No es poco, luego de un mes en el que siempre podía consumar su gran ventaja logró el primer objetivo y a dos fechas del final, el equipo Rojo ahora depende de si mismo, debe sumar, aunque sea un punto en casa ante Petrolero, para poder festejar y celebrar con su gente.
Si lo hubieran guionado, no salía así, porque necesita sólo un punto en el Félix Capriles, que sin lugar a dudas estará a reventar en el Valle, Wilstermann tras 20 fechas está a tiro de campeonato, aunque tuvo que sufrir y remontar el gol de Miguel Quiroga, Edivaldo y Oscar Díaz le dieron a Wilster esta oportunidad soñada.
Dar la vuelta en casa, festejar con su gente, cerrar un semestre que fue espectacular para un equipo es el momento soñado, el triunfo en Tarija, le dio al Rojo ese derecho, a soñar en grande, falta un pequeño paso para consolidar su mejor momento en los últimos cinco años.