Tras su tropiezo en la sexta fecha, Real Tomayapo volvió a relucir su mejor faceta como en las primeras cinco jornadas del Apertura. Encontró los goles y con orden complicó a Wilstermann en el Félix Capriles de Cochabamba. Esta levantada del equipo tarijeño le permite consolidarse en zona de clasificación en el Grupo B del torneo.
La impresión inicial parecía indicar una supremacía del local. Por eso, a los 15 minutos el Rojo ya estaba adelante en el marcador gracias a Serginho que aprovechó una viveza de Menacho. Los dirigidos por Andrada despertaron y en su segunda opción ofensiva empataron con algo de fortuna. La pelota se estrelló en el travesaño, producto del rebote y la potencia rebotó en Caicedo que ni siquiera necesitó moverse.
Al final del primer tiempo, Higueras que debutó en el fútbol profesional ocupando el cupo de sub-20 se hizo grande entre los experimentados defensores del Aviador. Pasó entre dos y antes de que llegue la marca del tercero asistió al delantero ecuatoriano que reventó el arco rival. En el complemento, la imprecisión de Wilster fue mayor y Tomayapo, pese a perder a su arquero por lesión, contó con un remplazante inspirado y mucho orden en el campo de juego.
Terminó el partido con una desconformidad general en el estadio y con una minoría que festejaba en el césped y desde donde dirigió Copito. Su hijo terminó siendo el director técnico en la planilla. Real Tomayapo consiguió su primera victoria ante Wilstermann desde su ascenso a la División Profesional.