A la carrera de Walter Flores le faltaba algo, una despedida así de la Selección boliviana, la tuvo, fue una fiesta completa, Bolivia ganó, y si, hubo épica. Jugamos con uno menos por una expulsión que obligó al que fue capitán a jugar de zaguero central. El estadio abrió sus puertas para que entre gratis la gente, los más de 15 mil espectadores aplaudieron de pie, corearon su nombre y le dijeron gracias con la garganta al viento.
Es cierto, la Selección tuvo varios problemas a la hora de la marca, en defensa le costó afianzarse con la dupla de Raldes-Valverde, y con un regular partido de Marvin y Saavedra por las bandas. Quizás el destino lo quería así, ahí está la explicación. Una vez que Bolivia quedó con diez en el minuto 60 por la expulsión de Gabriel Valverde, Walter Flores asumió el rol del tipo que le pone orden al fondo, el equipo al hombro y a buscar el partido. Recuperó la pelota en el gol de Martins, entre muchas otras jugadas que terminaron con aplausos.
Cuando llegaron al Siles, el DT decidió con el respaldo de sus compañeros, y de Ronald Raldes, darle el cintillo, Flores comenzaba a sentir el peso de su decisión, era un día distinto. Por la mañana en el hotel con la familia, con los mismos que se fue del estadio, abrazado de su papá, su esposa y su hijo. Flores superó los 30 partidos, (33) con Bolivia, anotó un gol, pero se llevó miles de ovaciones. La gente coreaba su nombre mientras sus compañeros lo levantaban y lanzaban al cielo. Fue la despedida soñada, en total vigencia, como merece tener uno de los jugadores y más importantes referentes de nuestro fútbol.
-LAS EMOCIONES EN FOTOS-
[flagallery album=8]-LAS PALABRAS DE WALTER-
#BoliviaxLate #Bolivia Walter Flores deja el Hermando Siles acompañado de su familia tras su partido despedida pic.twitter.com/0vayJgVyJN
— Latedeportes Bolivia (@Latebol) November 15, 2016