No fue un año más, Edward Zenteno volvió de una dura sanción impuesta por Conmebol por un supuesto doping. Zenteno siempre dijo ser inocente, aunque acató la sanción.
Un año sin jugar profesionalmente, y volvió, cuando mucha gente suponía que era el fin de su carrera, él demostró que todavía tenía algo para dar. Se ganó el cintillo de capitán en el equipo de Díaz. Se hizo importante en la defensa del Rojo nuevamente.
Ya nadie discutía su regreso, a pesar de que físicamente todavía no estaba a punto, logró hacerse líder, y llevó a Wilstermann nuevamente a un título. Fueron con Benegas y Gimenez, la defensa menos vencida del torneo.
Anotó un gol en el partido decisivo, fueron tres en total en el campeonato. Festejó, gritó el gol, levantó la cuarta copa con el Rojo y dijo: “Ha sido importante el gol, pero estamos contentos por lo que logramos. Tuve un año durísimo, pensaban que no iba a volver y me mentalicé para volver más fuerte que nunca. El cuerpo técnico que llegó en junio me devolvió la confianza y no quería defraudarlo”.
Su futuro aún no está asegurado, contó que todavía no se sentó a negociar con la dirigencia y que está abierto a recibir ofertas del fútbol boliviano.