Dentro de toda la historia de la Selección nacional jugando Eliminatorias mundialistas, las victorias en condición de visitante no abundan. En total, son apenas tres: dos contra Venezuela, el próximo rival, en 1977 (3-1) y 1993 (7-1), y una contra Perú, en 1989 (2-1).
La primera sobre la Vinotinto, por las Eliminatorias rumbo a Argentina 1978, tuvo un sabor especial, ya que, con ese resultado, La Verde se perfilaba para alcanzar la clasificación a la segunda fase de la competición –junto con los ganadores de los dos grupos restantes, Brasil y Perú–, que terminó alcanzando en condición de invicto.
Pero finalmente, como todos saben, no hubo Mundial para el conjunto nacional al año siguiente; terminó en el último lugar de la segunda fase, víctima de dos abrumadoras goleadas, y no pudo hacerle frente a Hungría, en el repechaje UEFA-CONMEBOL (cayó 6-0 en Budapest y 2-3 en el Siles).
Y la revancha tardaría varios años en llegar. Después de quedar a un paso del Mundial de Italia, en 1990 (Uruguay terminó primero del grupo por diferencia de gol), el sueño de La Verde se cumplió en 1993; en aquella Eliminatoria, la inolvidable goleada sobre la Vinotinto (7-1) fue el primer paso del camino que condujo al equipo de Azkargorta hasta la gloria.
Hoy, una clasificación parece muy difícil, más aun habiendo perdido la mitad de los puntos obtenidos por la sanción de la FIFA, pero cada partido es una nueva oportunidad para hacer historia; y de paso, ponerle fin a la mala racha jugando fuera de casa.