Con 23 años, el australiano Llewelyn Pavey participará el próximo mes de enero en su primer Dakar. Y lo hará en compañía de su padre, Simon. Ambos, afincados en el país de Gales desde hace años, cumplirán en 2015 el viejo sueño de disputar juntos el rally más famoso y exigente del mundo.
La suya es otra de las muchas historias que rodean al Dakar. Una reunión de generaciones en torno a la competición. Simon, el padre, forma parte de los pilotos fieles a la categoría de motos desde 1998. La de 2015 será su décima participación, pero tendrá sin duda un sabor muy diferente, ya que estará justo detrás de su hijo en la línea de salida de Buenos Aires.
“Desde hace mucho tiempo queríamos competir en el Dakar juntos y este año por fin se cumple nuestro sueño. Estoy muy emocionado porque disfruto mucho pilotando con mi hijo, viéndolo progresar y coger confianza”, asegura Simon en la web oficial de la competición.
Llewelyn, aquel crío que contemplaba en Versalles las primeras cabalgadas de su padre en el Dakar hace 17 años, ha crecido rodeado de motos e inmerso en la atmósfera del rally. Tras ayudar a su padre a preparar las motos con las que ha competido en anteriores ediciones, siguió la carrera de forma paralela al recorrido durante la edición de 2013. Motorista consumado, llega ahora su turno para medirse ante esta gran prueba que tanto le ha hecho soñar:
“Creo que es accesible para mí, sobre todo ahora que solo compiten motos de 450 cc. En cualquier caso, va a muy especial vivir esta experiencia juntos, pues no es solo mi padre sino también mi mejor colega”, asegura. Mucha suerte para los dos y que disfruten de esta gran aventura.