La Argentina que en primera fase copó todos los estadios de Brasil 2014, se encontró con su primer marco hostil de la Copa del Mundo.
En Sao Paulo, la consigna paulista era ira de amarillo a Itaquerao, y allá hacer sentir visitante a la Argentina. El marco humano que se generó con este plan fue sensacional, brasileños disfrazados de suizos, suizos bailando samba, argentinos saltando intentando hacerse escuchar.
Impresionante, fiesta… un ambiente a Clásico bien futbolero y bien sudamericano, el “Olé” de la tribuna brasileña ante cada buena maniobra de Shqiri, el “UH!” ante cada intento de Messi y Di María.
Sensacional, por donde se lo mire, los controles lograron que haya tranquilidad y que la fiesta no termine con peleas, ni nada que pase a mayores, el color ganó una vez más, y el fútbol también gana con esto, vivir una rivalidad deportiva tan intensa en paz, es posible.
#MundialxLate El Olé de 50 millones de brasileños contra #Argentina tremendo ambiente http://t.co/UnX0EEGutO
— Latedeportes Bolivia (@Latebol) July 1, 2014