El conexto pedía que Fernando tuviera minutos en el partido, la decisión la tenía Daniel Farías, pero el marco emotivo para Fernadno y Marciano Saldías estaba cantado desde que apareció la planilla oficial.
Cuando Fernando aparece en la lista de convocados y en el banco de los suplentes del Tigre, le comunicó a su papá que iba a estar en cancha. Marciano, el papá en esta historia de los Saldías, es hoy ayudante de campo de Oriente Petrolero, un ex ídolo del club, incluso jugó algunos partidos en el Siles para el Tigre.
El primer encuentro fue en la previa, Marciano recibió Fernando en el borde del campo, se abrazaron, se dieron un beso, y se desearon suerte. Posaron ante las cámaras y hablaron ante los micrófonos, incluso con algún recuerdo que emocionó a ambos. Luego vino el partido y con el triunfo asegurado, Daniel tuvo la gran idea de incluír a Fernando.
El chico que viene de las inferiores del club y que aún no cumple los 21 años, anotó su primer gol, ante la mirada emocionada de su padre que tenía sentimientos encontrados “Tengo sentimientos cruzados, porque con Pancho queremos que a Oriente le vaya bien, no esperábamos perder así, pero me es imposible no emocionarme al ver el gol de mi hijo, es un joven jugador, muy talentoso, y el país necesita eso, gente que les de oportunidad a los chicos”.
Marciano al ver el tanto se sentó en la casamata, sacó una libreta, apuntó el minuto del gol y según cuentan los cronistas que estuvieron cerca, incluso sus ojos se llenaron de lágrimas. Inolvidable momento para el chico, para al padre y para toda la familia Saldías.