El empate en Cobija deja más preocupaciones que alegría en el equipo celeste, porque sumó un punto, que lo relegó en la tabla con las victorias de Wilstermann y The Strongest y porque otra vez sumó dos expulsiones en un partido de visitante.
“Ya no es casual”, dicen varios hinchas, y la verdad es que no, se ha hecho una constante que los celestes jueguen con menos hombres cada vez que salen de Santa Cruz, con las expulsiones de Coimbra y Villarroel, los celestes pasan a tener ocho expulsados en el torneo, dos menos que la U de Pando y por segunda vez consecutiva se van dos jugadores a las duchas jugando fuera de Santa Cruz. Siete de los ocho castigado fueron fuera de casa -acá no juzgamo si estan bien o mal expulsados- es el dato crudo en números.
Pero la preocupación celeste además de las expulsiones quedó reflejada en que se rescató un punto, pero los goles Moreira y León, dejaron a los tantos de Pereyra y Bargas con ese sabor amargo de que un punto en Cobija es poco para un equipo que pelea arriba, el 2-2 en Pando no dejó un buen humor en nadie.