Un debut, un sueño y una historia que hay que contar

El síndrome de Guillain-Barré atacó su columna, no podía moverse de la cintura para abajo, muchos médicos le dijeron que no iba a volver a caminar y hoy debutó en primera.
Foto: Agencia Marka Registrada
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El jugador de Bolívar debutó en primera con 18 años. Alcides Balderrama cumplió su sueño, y para llegar ahí tuvo que pasar de todo. Jugársela, lejos de casa, superarse a sí mismo y superar una dura adversidad que le puso la vida.

Llegó en 2015 desde Trinidad, antes pasó por Pando, y se la jugó por llegar a Bolívar, se probó y quedó en el internado, fue campeón de la reservas el 2016, jugó en la selección de La Paz y estaba esperando su chance en primera. Pero algo se interpuso entre su trabajo, sacrificio y su sueño.

Este año le detectaron un virus congénito, el síndrome de Guillain-Barré atacó su columna, no podía moverse de la cintura para abajo, muchos médicos le dijeron que no iba a volver a caminar, sus compañeros fueron testigos de todo, el Club decidió mantenerlo en el internado y hacerse cargo de su tratamiento.

Foto: Agencia Marka Registrada

Semana tras semana, El Chino, como le dicen sus amigos, necesitaba de sus compañeros para salir de la cama e ir a sus estudios médicos. Acompañaba las prácticas del equipo desde las ventanas del internado, él sentía que iba a volver, el cuerpo médico de la Pre Profesional confiaba en él y el tratamiento. Tras varios meses de trabajo médico, pudo hacerlo, de nuevo en las prácticas en Tembalderani.

Se afianzó en el lateral izquierdo de la reserva y comenzó a entrenar con la primera. Entonces llegó el llamado, tuvo su primera convocatoria al plantel de primera, debutó. ¡Fue capitán! Juan Carlos Arce decidió darle el cinto en un vestuario conmovido por haber visto de cerca toda su historia, su diagnóstico y su evolución. Alcides Balderrama cumplió su sueño, ese con el que dejó su casa hace más de cinco años cuando era un niño, hoy es un jugador profesional, con buenas condiciones y con la fortaleza de saber que pudo vencer la adversidad.

“Hoy fue una alegría tremenda, debutar y ser capitán. Gracias a Dios se dieron las cosas y voy a seguir mejorando. Le dedico este día a mi familia, luego de cumplir mi sueño de jugar en Bolívar, digo que amo el fútbol y que nunca se den por vencidos”, dijo el joven jugador al irse del estadio.

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