The Strongest visitó el mítico Maracaná y jugó contra Fluminense por la segunda fecha del grupo D de la Copa Libertadores. El Tigre cayó por la mínima, pero demostró personalidad y luchó el partido, con chances en ambos tiempos para marcar; un error defensivo en la primera parte le permitió al Flu meter el único gol.
El partido comenzó como se esperaba, el conjunto brasilero tuvo la pelota, tocó y se movió por toda la cancha, los ataques que generaron no fueron profundos y no causaron un verdadero peligro en el área boliviana. La polémica se hizo presente desde temprano, a los 13′ Castillo recibió una falta por parte de Marcelo, pero el árbitro cobro al revés y le concedió una falta peligrosa al local. A los 15, los cuerpos Atigrados se congelaron por unos segundos, Cano marcó gol, pero en fuera de juego y no subió el marcador. El arquero Atigrado también fue pieza clave, para mantener el arco en cero, transmitió seguridad todo el tiempo.
El Tigre con Ortega, Isnaldo y Triverio era rebelde, “le falto el respeto” al brasilero y de momentos se animó a atacar; 28′, Isnaldo desbordó por la izquierda y mando la pelota al área… Por centímetros, Triverio no pudo tocar la pelota y marcar el primero.
Un error en la defensa y exceso de confianza fue el factor del primer gol de los Cariocas; en los últimos minutos de la primera parte, el capitán Nino se libró de la marca de Jusino y cabeceó solo en el área para desatar la locura en el Maracaná.
Los segundos 45 minutos el Tigre sé acento en la cancha, salió a buscar el empate y por momentos fue más que Fluminense; Quiroga se animó a disparar desde fuera del área y el arquero Fabio la sacó con una gran atajada; el Gualdinegro siguió los pasos de lo hecho en la primera parte y defendió bien. La insistencia boliviana por el empate fue hasta el final, The Strongest buscó el empate y lo consiguió, pero el árbitro lo anuló. Triverio logró desmarcarse de Nino y quedó solo frente al arco y hacer el empate, el colegiado anuló el gol por una supuesta falta del argentino al defensor y todos los Atigrados se quedaron con el grito de gol en la garganta.
El Tigre cayó de pie, con un sabor agridulce por la chances que generó, pero el partido que planteo fue bueno y fue rebelde en el Maracaná.
