A puertas cerradas, y con el hermetismo que caracteriza a Mauricio Soria, así cierra prácticas el plantel de The Strongest. Con una sesión que arrancó cerca a las 16 horas en el mismo escenario del partido por la Copa, el Tigre afila sus garras.
“Uno se siente bien de estar en el equipo, con Alonso nos llevamos bien, se mueve bien, pero aún no sabemos quiénes están en el equipo”, dijo Rodrigo Ramallo al llegar al Siles, sin dar pistas de lo que pretende su entrenador.
“El profesor decidirá quién juega y quién no, él verá lo mejor para el equipo, si me toca jugar estaré ahí y si me toca quedar fuera también estaré apoyando, pero el profesor será el que decida”, dijo Diego Bejarano en la misma sintonía que el 18 del Tigre.
Los jugadores trabajan para no confiarse, saben del buen inicio de Copa y de lo fundamental que es para ellos, el tener la ratificación a ese buen paso con un triunfo en su primer partido de local. Todos coincidieron en que se estudió mucho al rival, pero tampoco dieron pistas de cómo jugarle al cuadro venezolano en el Siles.
“Queremos hacer valer la localía, tenemos que saber quebrar las líneas defensivas para dejar los tres puntos en casa y que valga lo de Sao Paulo”, dijo Luis Maldonado antes de la última sesión del Tigre que se cerró con candados y bajo tres llaves.