A 9 días del nuevo torneo pocas ofertas de los clubes como novedades de atracción. El retorno de algunos que pasaron por nuestro fútbol y que vestirán distintas casacas, un par de esperanzas en los planteles cruceños para tratar de buscar un título esquivo desde hacen tres años y uno que otro técnico con pretensiones de mostrar algo nuevo.
Así arrancará el primer certamen del año en el que los dos grandes del fútbol paceño tendrán un nutrido calendario de partidos al encarar dos torneos simultáneamente, con la exigencia de clasificar en grupos muy complicados de la copa internacional de clubes mas importante de esta parte del continente.
Hasta ahí todo en el terreno de lo que podía presumirse para una competencia que esperemos no encuentre escollos de último momento por la ya conocida deuda que algunos clubes aun tienen con los jugadores que estuvieron en sus filas en el campeonato pasado.
Pese a la intención de un reducido grupo dirigencial, no se establecieron nuevas normas para evitar se repitan los problemas con Fabol que respaldando a sus afiliados — como corresponde–, seguramente exigirá que todo esté en regla antes del sábado 18.
Para algunos como Bolivar, creo que el cambio de técnico será un paso adelante pues ahora se ve a un equipo donde incluso afloran sonrisas en las prácticas porque parecen liberados de presiones que impidieron en el pasado un mejor rendimiento individual y colectivo.
The Strongest con dos caras nuevas y luciendo su flamante título querrá seguir por la senda exitosa que le ha permitido ganar cuatro de los últimos cinco títulos y tiene gente para enfrentar el torneo con optimismo.
Donde los dos pueden lamentar no haber logrado refuerzos de mayor jerarquía, será en la Copa Libertadores de América, donde sólo superando en gran porcentaje lo mostrado hasta ahora podrá inscribir sus nombres en la segunda ronda. Una deuda que ambos tienen con sus numerosos seguidores.
