En julio del año pasado la Federación Boliviana de Fútbol decidió armar una comisión seleccionadora con tres ex jugadores, Conrado Jiménez, Eduardo Angulo y Luis Terán con la misión de ayudar a la elección de jugadores y en ese momento del técnico para la Verde absoluta.
En las dos primeras semanas de trabajo de esta comisión fueron los encargados de enrevistar a los candidatos para dirigir a la selección boliviana y tomar la decisión de que Ángel Guillermo Hoyos sea el seleccionador, con el argentino la relación era buena.
A finales del 2016 el estratega dejó el combinado verde para dirigir la Universidad de Chile, por lo que el reemplazante fue Mauricio Soria, con quien al parecer a relación no fue buena según explicó Jiménez en su carta de renuncia.
“Por medio de la presente querremos comunicarle a usted (Marco Peredo) y los miembros del comité ejecutivo nuestra extrañeza por el prolongado silencio hacia los miembros de la comisión de selecciones, silencio que solo puede ser interpretado como que nuestra presencia y participación ya no es necesaria”, fue como comenzó la carta de Jiménez hacia el presidente interino de la FBF.
En la misma el ex arquero de Bolívar aseguró que se ven en la obligación de renunciar a sus cargos debido a que no fueron tomados en cuenta en las decisiones del cuerpo técnico para las selecciones sub-20, sub-17 y el microciclo de la absoluta. Además de no contar con el apoyo unánime por “conflictos personales” que existen en la dirigencia.
La carta fue firmada por Jiménez pero en el último párrafo asegura tener el visto bueno de Terán y Angulo.
