Luego de un auspicioso debut a principios de 2012 en el PGA Tour de Latinoamérica, Sebastián MacLean parecía alcanzar un siguiente nivel en su carrera por convertirse en el primer golfista boliviano en conseguir acceder a los principales torneos del PGA. Sin embargo, una lesión lo marginó a finales de 2012 y el regreso fue más duro de lo que esperaba. Luego de varios meses MacLean regresó. Ya totalmente recuperado de sus lesiones, el cruceño vuelve a soñar en grande.
El camino del regreso. En 2011 tuvo un gran desempeño en el denominado Q-School, que otorga plazas para el Tour de la PGA (en el cual se destacan los mejores golfistas del mundo) y para el Latinoamérica PGA. Llamando la atención de todos, Sebastián MacLean se había trazado destacarse en el certamen que es la antesala a la élite de uno de las disciplinas más antiguas del deporte profesional. Por eso afrontó el Latinoamérica PGA con todo su esfuerzo y talento.
MacLean tuvo un gran desempeño en 2012. Sin embargo, la extenuante gira por el continente generó problemas en el físico del golfista cruceño. Primero fue en el tobillo izquierdo y luego su columna. Por lo que tuvo que abandonar la temporada cuando solo se había realizado poco más del 60% del certamen.
A fines de 2012 MacLean ya recuperado realizó una intensa pretemporada, pero una vez más aparecieron los problemas.
“Sufrí estrés por tanta actividad que me generó que me doliera constantemente la base de la espalda. Por lo que tuve que parar algunas semanas. Sin embargo, el dolor persistió y tuve que parar por completo”, aseguró el golfista cruceño.
Luego de “sufrir” en totalidad el Maya Open a principios de este año, por competir con un intenso dolor de espalda, MacLean se propuso recuperarse con los mejores traumatólogos de Estados Unidos.
Hace solo unas semanas se recuperó, compitió en el Abierto de Brasil y ahora en Colombia, totalmente recuperado de sus lesiones, confirmando su regreso. En busca de acceder a mejores certámenes MacLean afrontará los últimos torneos con la meta de tener mayor ritmo de juego.
Fuente: El Día
