La Confederación Sudamericana de Fútbol ha decidido poner en el limbo al fútbol boliviano, deportivamente está todo bien, la presión y la asfixia es económica y su posición comienza a quedar demasiado expuesta en su doble discurso.
Primero optó por mantener silencio, dejó que los clubes bolivianos participen sin ningún problema en la Copa Sudamericana, dando a entender que no hay ninguna sanción al país por los sucesos. Luego emitió comunicados ambigüos y poco claros, observando procedimientos y nombres, pero nunca aclaró cuáles y quiénes.
Ahora a pocos días del inicio de la primera fase de la Copa del Mundo que nosotros las conocemos como Eliminatorias o Clasificatorias. Bolivia tuvo que interactuar con su Federación y el ente organizador, en este caso FIFA, pero su representante en Sudamerica es Conmebol. Designaciones de partidos, controles de calidad al Estadio, logística y coordinación de sponsors, todo eso fue un papeleo de ida y vuelta. Conmebol escribe a los “Señores Federación Boliviana de Fútbol”, como ignorando cargos, cuando antes todas su notas llegaban a Carlos Chávez y Pedro Zambrano.
La Federación envió a FIFA la lista de los 50 jugadores convocables, está fue aceptada sin problemas por Gordon Savic, el encargado del torneo. Lo cual implica ya un reconocimiento implícito al Federación en el ente rector máximo del Mundo. Por lo que Conmebol ahora carece de más argumentos para mantener su postura.
Lo que hacen desde Asunción con la postura de no reconocer a los dirigentes actuales, es bloquear los flujos económicos, hoy en manos de Luis Segura. La Confederación sabe que no puede cometer más errores y no tiene una posición sólida para exigir la restitución del que fue su hombre en Bolivia hasta hace poco. Por eso su medida es asfixiar económicamente a la Federación. No se gira un sólo dólar desde Paraguay a Bolivia, ni sueldos, ni dinero para Clubes, menos para la Selección. A medida que pasa el tiempo a gran escala termina siendo una forma de tortura al trabajo de Ortega y el resto.
No sé y no creo que este sea el momento para establecer si los que están al mando de la Federación son los idóneos, seguro deberán definir eso los encargados en su momento, pero a seis días de la fecha del Congreso al que había llamado Carlos Chávez, el fútbol boliviano ha quedado en el medio de la nada, juega, pero no cobra, no lo castigan, pero lo torturan.
Esta semana fue clave en el proceso de investigación en Bolivia, Pedro Zambrano intentó declararse culpable de los cargos que fue imputado -aunque se lo negaron- es un paso importante, y aunque el mismo Zambrano diga que fue por sus problemas de salud, sería una prueba contundente para terminar con la doble moral de la Conmebol.