Allá juega Danny Bejarano, el boliviano que es habitual titular del en el Panaitolikos y que marcha décimo primero en la primera división de Grecia, pero de momento la Liga quedó congelada y paralizada por problemas de seguridad.
Sucede que en el duelo entre el PAOK y el AEK, que era determinante para el título del campeonato terminó abruptamente por una decisión arbitral que decantó en un intento de agresión del presidente del club local, Ivan Savvidis, irrumpió en el campo con una pistola al cinto y profirió amenazas de muerte contra el árbitro. Tras dos horas de parón en las que Kominis se refugió en el vestuario, el árbitro cambió su decisión, concediendo el triunfo por 1-0 al PAOK ante el AEK Atenas y dio por concluido el encuentro.
La policía griega ha emitido este lunes una orden de detención contra el presidente del PAOK, la orden se refiere también a otras cuatro personas, probablemente sus guardaespaldas, que invadieron el campo de juego junto a Savvidis. El viceministro de Cultura y Deportes, Yorgos Vassiliadis, anunció la suspensión tras una reunión urgente del Gobierno. “La Liga no se reanudará hasta que encontremos un nuevo escenario, convenido por todos”, añadió. Vassiliadis señaló que el Gobierno se mantiene en permanente contacto con la UEFA.
Danny Bejarano en contacto telefónico con Selfie Deportivo de Radio Monumental explicó que se sienten perjudicados todos los demás equipos “Nos quita ritmo, es una incertidumbre, no sabemos nada, fuimos al entrenamiento, los planes de trabajo se cambiaron, porque nadie sabe cuando se reanudará la Liga”.