El afán de Álvaro Peña por ocultar su onceno hacía suponer que tenía preparada una sorpresa. Y fue así. De arranque, Ronny Montero apareció como titular para poblar la zona defensiva; el Pochi Chávez, en el banco.
No era una apuesta poco lógica, tomando en cuenta lo que representa jugar en Brasil, pero el equipo se notó incómodo desde el minuto inicial y no ofreció casi nada en el primer tiempo.
En la parte complementaria, el técnico corrigió su error –si se puede llamar así– y llegó la levantada. El conjunto del Valle se animó y estuvo muy cerca de conseguir el descuento, pero no concretó sus opciones.
Jugando a este nivel, esos detalles no pasan inadvertidos; Vasco aprovechó para pegar en momentos clave, y obtuvo un premio demasiado grande para el partido que hizo: un 4-0 con sabor a clasificación.