En pocas horas se agotaron las entradas para el partido entre Wilstermann y Petrolero, la dirigencia dispuso seis puntos de venta por toda la ciudad de Cochabamba, las mismas que atendieron desde las diez de la mañana del jueves y al llegar al medio día ya no existían boletos para ser adquiridos en la mayoría de los puntos.
Para que más hinchas pudieran asistir el domingo al Félix Capriles se puso como regla el vender un máximo de cinco entradas por persona, sin embargo tras varias horas de fila, habiendo dormido noche anterior para comprar algún boleto, muchas personas se quedaron sin poder hacerlo, manifestando su enojo y creando caos hasta que intervenga la policía.
El día del partido se ha determinado que las personas que no cuenten con una entrada no podrán pasar el perímetro de seguridad que creará la policía unas cuadras antes del Capriles, todo esto precautelando la seguridad de todos los espectadores.
