“Las cosas serán difíciles. Intentaremos salir con humildad y tranquilidad”, fueron las palabras del español Nani Roma, el último campeón del Dakar y quien pretende retener el título aun ante la amenaza de su colega de equipo en Mini, el catarí Nasser Al Attiyah, y el también español Carlos Sainz, piloto experimentado en la contienda y que ahora se subirá a un temible Peugeot.
Respetuoso para con el talento de sus rivales y consciente de que ambos serán implacables en la carrera, Roma se refirió a Sainz y Al Attiyah como excelentes contrincantes.
“Nasser tiene un auto como el mío. No hay diferencia y podrá pelear con nosotros”, admitió el campeón de autos.
Por su parte, el príncipe catarí se sumó a la línea de elogios mutuos y aplaudió el regreso de Peugeot. “Carlos (Sainz) es muy buen conductor. Estará también Peterhansel, quien es inteligente. Es importante que esté presente Peugeot”, dijo Al Attiyah respecto a la marca líder.
“Necesito trabajar día a día. Este Dakar será muy duro, especialmente por las maratones”,agregó.
Por su lado, Sainz prefirió ser cauteloso con relación a su futuro desempeño sobre su vehículo nuevo y expresó que irá evaluando la carrera conforme transcurran las etapas.
“Estamos aquí con la humildad suficiente para ir pasando diariamente e ir aprendiendo metro a metro. Habrá que ir estudiando cada día y eso solo te lo da la experiencia y los kilometros”, aseguró Sainz, quien en la edición de 2014 no pudo completar su carrera tras sufrir un accidente en la etapa 10.
Roma se para en este Rally con la idea de que todo vuelve a comenzar. Ya no cuentan victorias pasadas, sino el optimismo y la confianza en sí mismo.
“Empezamos de cero. Es un Dakar nuevo y diferente. Tengo muchas ganas de que esto comience ya”, concluyó Nani, quien en la presente versión tendrá en la mente que su mujer, Rosa Romero, también correrá, pero en motos.
“Tenemos que ir avanzando concentrados en llegar cada noche al campamento, pensando solo en lo que vendrá la mañana siguiente”, finalizó.
Fuente: Opinión
