Roberto Carlos Fernández tuvo una jornada importante para su carrera profesional, jugó la semifinal de un campeonato europeo, algo que pocas veces se repite en un futbolista boliviano. El rival fue CSKA Moscú en un duelo de ida que resultó adverso sin lograr mantener la fortaleza como local.
CSKA Moscú tuvo un mejor arranque de partido, de hecho aprovechó para anotar el único tanto a los 39 minutos, Víctor Dávila encontró una carambola en el área, sacó una chilena y la mandó a guardar. Para el segundo tiempo, Baltika tuvo importantes intentos pero la suerte no acompañó para apuntar la igualdad.
Ante la ausencia de verticalidad, el entrenador Serguéi Ignashévich decidió por el ingreso de Roberto Carlos Fernández. El equipo mejoró, sin embargo, el portero rival evitó que pueda encontrar el rumbo del duelo. Sin más por jugar, el lance terminó con derrota para Baltika pero con la revancha pendiente.
Fue el partido número 29 del boliviano con la escuadra Blanquiazul, el octavo dentro de la Copa de Rusia. El siguiente compromiso será el 7 de abril visitando a Zenit, mientras que el encuentro de vuelta en este cuadro semifinal será el 15 del mismo mes.
