
Este miércoles, tras un par de actuaciones poco convincentes, Marcos Riquelme apareció en toda su dimensión. El argentino marcó el camino de la victoria académica ante Nacional Potosí con un golazo de palomita y, en el segundo tiempo, asistió con mucha categoría a Juan Eduardo Fierro para el 3-0. Fue su primer festejo en el Hernando Siles (ya le había marcado a Blooming en el Tahuichi Aguilera).
Tras la conclusión del encuentro, en el que además fue elegido como figura por una gran mayoría de los medios presentes, el ex Audax Italiano y Palestino, entre otros, aseguró que todavía no está en su mejor forma física y que buscará terminar de adaptarse a la altura durante el párate por Eliminatorias para consolidarse como el goleador que supo ser en el fútbol chileno.