Tras un campeonato con muchos altibajos, Marcos Riquelme demostró todo su potencial en el partido decisivo. Ante Nacional Potosí, en la Villa Imperial, marcó el gol del campeonato para La Academia y anotó su nombre en la historia del fútbol nacional.
Bolívar no jugó su mejor partido, pero el 1-1 le alcanzó para alzarse con la corona liguera y cerrar el año con una nueva alegría; para el argentino, en lo personal, significa una nueva medalla, la tercera en su carrera tomando en cuenta las que consiguió en Argentina y Chile.
Ahora, el foco del equipo celeste estará puesto en la Copa Libertadores. Y el delantero ex Audax Italiano y Palestino, entre otros, será uno de los nombres fuertes del plantel, que buscará volver a competir con los grandes del continente y dar que hablar en el plano internacional.
