Me encantó este Mundial, el mejor que recuerdo y el mejor de la historia según voces de mucho peso. Lo disfruté como ninguno porque fueron muy pocos los partidos que no vi. Fiel a las exageraciones previas, me perdí cumpleaños, parrilladas, compromisos familiares y alguna otra reunión “importante” que tranquilamente fue enviada al córner en otro horario (aprendizaje de los alemanes: la cuestión es planificar). Pero además tuve la oportunidad de escribir sobre él gracias a la gente de Late! (que hizo un resumen buenísimo) y de comentarlo en radio vía Minuto 91. Como todo en esta vida tuvo altas y bajas, y cada uno lo ve de una manera distinta, así que voy a tratar de resumir en estas líneas mi vivencia personal. Como dice Dexter, vamos por partes.
EL FÚTBOL
Lo mejor que vi en mucho tiempo en mundiales, no solo en el espectáculo sino en la táctica. Fútbol ofensivo y abierto, búsqueda franca de los arcos y goles, muchos goles que son amores: 171, como en Francia 98. No se pudo superar el récord porque a partir de octavos todo se volvió muy táctico pero las emociones estuvieron a flor de piel. Brasil-Chile nos hizo llamar al cardiólogo así como Holanda-Costa Rica o Alemania-Ghana. Pese a algunos partidos adormilantes, prevaleció el espectáculo. Pero incluso en algunos juegos carentes de emociones, como el Holanda-Argentina, pudimos apreciar el trabajo táctico coronar ciertas aspiraciones.
PREMIO MAYOR para Colombia, que nos encandiló a todos con su juego, su joven estrella, sus goles y hasta sus festejos. La gran dupla creativa del Mundial fue James-Cuadrado y lastimosamente no pasaron de cuartos, que hubiese sido lindo porque todos sentimos que merecían mucho más. Siempre es complicado que te toque el local, pero les agradecemos el show y los bailes después de cada gol.
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PREMIO LIMÓN para Grecia, un equipo sin ton ni son (que pese a todo nos ganó un amistoso antes del Mundial, como para pensar). Juan Pablo Varsky decía que “es como la banda que hace años tuvo un one hit wonder y la siguen invitando a festivales”. Para los que opinan que todo tiempo pasado fue mejor, habrá que recordar que esta selección helénica fue, hace diez años, campeona de la Euro 2004 en Portugal con un fútbol ultra defensivo y hoy Alemania ocupa el trono con un plantel ultra ofensivo, que hizo 18 goles en 7 partidos, en el que “formalmente” solo había UN delantero anotado (Miroslav Klose) quien pasa a la historia como el máximo anotador en mundiales.
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LOS EQUIPOS, LOS TÉCNICOS, LOS NOMBRES
Queríamos ver a Messi y terminamos aplaudiendo a Mascherano. Queríamos ver a CR7 y nos encandilaron las atajadas de Keylor Navas. Queríamos ver a Neymar y Scolari decidió plantear un fútbol amarrete, más allá de la falta de Zúñiga. En un mundial de fútbol ofensivo, las estrellas terminaron siendo los que evitaron más goles: Memo Ochoa, Tim Howard, Robert Enyeama, Manuel Neuer, el temible Tim Krul, reemplazo de Ian Cillesen en Holanda, quien entró a escrachar a los costarricences, que con esa defensa se entiende que no necesiten ejército.
James Rodríguez no solo hizo más goles que ninguno, sino que los hizo bien lindos, de jugadas colectivas e individuales. Müller entró como una aplanadora frente a Portugal y se quedó con 5 goles; Messi no mostró toda su magia y su premio Balón de Oro fue muy discutido, aunque estadísticamente haya sido el mejor. Colombia no solo hizo brillar a su equipo, sino que aportó 3 técnicos a las selecciones de Costa Rica, Honduras y Ecuador. El DT de México Miguel Herrera y su expresividad se ganaron un montón de fans, todo lo contrario del rostro monocorde del DT campeón Joachim Löw, quien solo soltó una sonrisa en la celebración del campeonato. Tim Howard, arquero de los EEUU, no habrá llegado a los cuartos de final pero se queda con el récord de mayor cantidad de atajadas en un partido de Copa del Mundo.
LAS POLÉMICAS
Arjen Robben, jugadorazo holandés, manchó en parte su notable cachet con sus famosas clavadas, por las cuales los mexicanos recordarán durante mucho tiempo el hashtag #NoEraPenal. Juan Camilo Zúñiga no tuvo intención de lesionar a Neymar, pero estuvo a dos centímetros de causarle un daño permanente.
Luis Suárez y su mordida a hombro de Giorgio Chiellini se llevan la flor: de ese evento se habló mucho más que de algunos partidos en las redes sociales. Finalmente, la falta de Neuer sobre Lavezzi en la final, no cobrada como penal, pudo haber cambiado el curso del partido.
LA MÚSICA
Después de una paupérrima ceremonia inaugural, por mucho esfuerzo (económico) que haya hecho la Sony en contratar a Pitbull y a JLo para la canción “oficial”, ésta salió horrible y pese a ello nos la tuvimos que aguantar un mes, un reguetón soso con menos onda que cabellos de puerco espín que debió haber salido en una mañana sin salteñas.
Mucho más acierto tuvieron Ricky Martin, Shakira y el resto de los que formaron parte del soundtrack “oficial”, porque si se trata de la música que acompañó al evento, habrá que decir que primero Molotov reeditó su éxito en cada saque de arquero y luego Creedence Clearwater Revival le puso la pista definitiva al mundial con la base musical de “Brasil, decime qué se siente…” incluyendo todas las versiones de respuesta. Yo aún no me puedo quitar la cancioncita de la cabeza.
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LA TRANSMISIÓN
No entiendo como una empresa como COTEL se hace de los derechos de semejante evento. Hicieron lo que quisieron con los partidos simultáneos, interrumpieron un partido de Brasil con un episodio de Los Simpson, cortaron la emisión de un canal para poner ahí los partidos, se les iba el audio… una falta de respeto y de formalidad total.
Sobre los relatores: Ernesto Moreno, Ernesto Rojas, Marco Chávez y Jorge Áñez podrán gustar o no, pero hicieron su tarea. Agradecí mucho cada comentario sobre quién podría reemplazar a quién, en qué club jugaba cada jugador y las cifras y estadísticas de cada partido. Este año decidieron no torturarnos con las obviedades de Fermín, aunque en los últimos dos partidos casi lo extrañamos.
LOS HINCHAS, LAS REDES Y LOS MEMES
Vi amistades terminar en facebook el día del Brasil-Colombia… y no eran ni brasileños ni colombianos. El fútbol es pasión de multitudes y tal vez por ello también acude a despertar nuestras bajas pasiones: morbo, ira, envidia, etc.
Terribles discusiones sobre si Messi no saludó a un niño, sobre si Zúñiga (que lesionó a Neymar) debió ser sancionado de oficio, si Joachim Löw le pegó un moco a propósito a CR7… todos nos hacemos hinchas en esta época. Pero desde luego, lo más destacable fueron los memes, para todo gusto y de toda variedad, demostrando que la creatividad colectiva y colaborativa está en su auge.
Me molestaron los memes de Alemania hechos con Hitler. Un pueblo que ha producido ciudadanos como Hegel, Marx, Goethe, Einstein y otros merece ser mejor referenciado. Y me molestó también la actitud pagana de criticar que uno apoye a X o Z selección: “pseudo alemanes”, “hechos a los gauchos”, “ahora todos tienen antepasados holandeses!”, “¡todos deberíamos apoyar a XXX porque es equipo latino!”. Es un mundial y si a uno le da la gana de apoyar a uno u otro lo hace, PUNTO. El fútbol no es la patria por mucho que cueste entenderlo. Para terminar, las quejas por la xenofobia… utilizando términos igual de xenófobos y discriminatorios. Humanos somos, supongo.
En resumen, fue un Mundial completo. Una bella historia de amor (al fútbol) con héroes, villanos, drama, comedia, sonrisas, lágrimas, pero ante todo mucho fútbol y emociones. Aquí van los resúmenes que prepararon, para nuestro deleite, ESPN y la BBC de Londres.
ESPN:
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=FgG17PadCOE[/youtube]
BBC:
[youtube]http://youtu.be/XMdSwYQOpnA[/youtube]
