No hay dudas de que Rudolf Knijnenburg, de tiro deportivo, es uno de los deportistas más galardonados de Bolivia. Su amplia trayectoria donde ha sumado decenas de medallas nacionales, sudamericanas, bolivarianas, Juegos de Alba, Juegos Sudamericanos y más, lo han convertido en la referencia de un atleta donde la perseverancia predomina.
Para Rudolf, Río 2016 fueron sus segundos Juegos Olímpicos -Atenas 2004 fue su primera experiencia- y ahora con mucho más rodaje finalizó en el puesto 41, en la modalidad de 50m pistola. Sus resultados -como él mismo admitió no fueron los esperados- pero siempre está tranquilo y seguro de si mismo, es su forma de ser. Pero hay una característica que lo distingue en toda delegación. Su preocupación y empatía por los demás atletas bolivianos.
Me tocó compartir muchos viajes con él y siempre estaba ahí para escucharme, sean resultados buenos o malos. Consejos, ni que hablar, tenía uno para cada problema deportivo. Así como fue y hasta ahora me sigue preguntando porque no continué buscando más sueños competitivos, lo hace por todos los deportistas.
Si es necesario ayuda económica, Rudolf se mueve para conseguirla. Para él no hay excusas para no cumplir metas u objetivos. Siempre hay una forma o camino para lograrlo. Por esto y más, es el claro ejemplo que, además de buscar obtener resultados y una carrera en el alto rendimiento, los atletas deberían transcender en las nuevas generaciones..
En Brasil existe un sistema interesante sobre esto. Los atletas de alto rendimiento, si desean cursar una carrera universitaria, están obligados a optar por Actividad Física, con el fin de que las experiencias y el conocimiento se transmitan a nuevos talentos.
La técnica, podemos aprenderla en cursos con grandes entrenadores, pero los secretos que se aprenden en las competencias, trucos, esos secretos mágicos para resolver los problemas en los entrenamientos, o simplemente un consejo que nos levante el día, solo se obtienen a través de años de experiencia.
Rudolf estará en la historia del deporte de Bolivia, por sus resultados, por sus logros, pero también en los corazones de cientos de deportistas a los que ayuda y ayudó día a día.