Después de lo ocurrido en Santa Cruz el domingo, Wilstermann volvió a entrenar con la mente puesta en Nacional Potosí, el líder del campeonato y equipo al cual enfrentarán el sábado en un partido reprogramado correspondiente a la duodécima fecha del certamen. La idea es ganar para recortar distancias y dejar atrás los malos resultados de los anteriores partidos. ¿Será también un examen para Portugal?
MÁS ECOS DEL INCIDENTE
Cayo Salinas, asesor legal del club, en contacto con Organización Deportiva Más que Fútbol: “La lectura que hacemos es que esta es una actitud desesperada por parte del Club Blooming. […] No estamos de acuerdo con que se trate de minimizar la gravedad de los hechos acaecidos. […] Esperábamos una actitud solidaria y progresiva, […] pero hemos recibido una belicosidad verbal y referencias a que se le quita el folclore al fútbol. […] Tenemos que ser más cuidadosos con el bien jurídico denominado dignidad humana”.
Cristian Chávez: “Estoy dolido por lo que pasó en Santa Cruz, es una vergüenza. […] Serginho se siente mal, y no es la primera vez que se lo hacen. Quedó mal parado el país. Esto tiene que parar. […] A mí me dicen de todo, y lo acepto, pero no acepto que todo un estadio sea racista. […] Le pedí al árbitro [Gery Vargas] que termine el partido [cuando Serginho dejó la cancha] y me dijo que faltaba todavía, […] me dijo que no sea cagón; siempre me dice cosas. Me cansé de protestar”.
Lucas Gaúcho: “Nosotros venimos de un país donde también hay racismo, pero no hay tanta impunidad. Esto no puede pasar en un país que quiere organizar una Copa del Mundo. […] Nosotros tratamos de conversar con él [Serginho] para que esté más tranquilo. […] Yo nunca pasé por esta situación, pero si me pasara, probablemente también saldría de la cancha. […] Esto no tiene nada que ver con el fútbol, el racismo no tiene nada que ver con lo que pasa adentro de la cancha”.
