La firmeza con la que te habla sobre sus sueños, logra transportarte a una pasión que nació a sus 6 años, cuando lo llevaron a una sesión de bicicross y desde ese momento no pudo separarse de las bicicletas. Es por esto que decidió afrontar el deporte profesional y hacer lo que le apasiona.
Cuando se llega a los 16 años se puede apuntar a Challenger, que es los que se toman el bicicross como un hobby. Entre los 17 y 18 la categoría junior es semi-profesional y a partir de los 19 es profesional, donde compiten los mejores del mundo, campeones olímpicos, etc.
Su familia fue el principal sostén para Jaime que pensaba en abandonar el deporte para dedicarse a sus estudios. Pero sus padres vieron que tenía futuro y le replantearon el apoyo incondicional y lograron que continue.
Tiene claros sus objetivos y ahora está mentalizado en Tokyo 2020. Por lo que ya tiene planificado como enfrentará el nuevo ciclo olímpico. Entrenadores internacionales, clínicas en el exterior, giras por el mundo, son solo algunos de los elementos con los que Jaime buscará conquistar los Juegos Olímpicos de Tokyo.
Lo que más remarcan de Quintanilla es su perseverancia para luchar por sus metas y sueños. Sus resultados hablan por sí solos. Más de 90 títulos nacionales, 17 Panamericanos, Latinoamericanos y una decena de títulos, muestran un impecable curriculum en la categoría junior.
Además Jaime desea trascender en el deporte y siempre está pendiente de los talentos para ayudarlos. “Las competencias son la oportunidad perfecta para conectarse con los futuros campeones, por lo que trato de darles consejos en base a mis experiencias y lo que he vivido”.
La cuenta regresiva ya comenzó y Jaime busca cumplir sus sueños con la misma ilusión de un niño que gana su primer premio.
Fuente: Reb Bull – Atletas
