La noche caía sobre el estadio IV Centenario y con ella, el telón de la octava fecha de la Copa Paceña. Real Tomayapo y Real Santa Cruz, dos equipos ya sin opciones de clasificación en el Grupo A, se enfrentaron en un duelo que trascendía la competición. Era una batalla por puntos valiosos en la tabla acumulada y por el orgullo de, al menos para el cuadro tarijeño, cerrar su participación con una victoria.
Desde el silbato inicial, Real Tomayapo se adueñó del balón, construyendo jugadas por las bandas y buscando penetrar la defensa rival con centros precisos. Diego Zamora se erigía como un gigante bajo los tres palos, desbaratando cada intento.
La tensión aumentó cuando al minuto 24, una falta de Yohan Parra sobre Mirko Tomianovic, el más inquieto en el ataque de Real Tomayapo, llevó la decisión en la sala VOR, resultando en un penal. Vladimir Castellón tomó la responsabilidad, pero su disparo fue detenido por un Zamora inspirado.
Real Santa Cruz, que había mostrado poco en ataque, tuvo su momento al minuto 31 con un remate de Limbert Gutiérrez que se desvió por poco. El reloj avanzaba y el marcador se mantenía inmóvil, pero al minuto 35, un centro de Matías Noble por la izquierda encontró un error defensivo que Santiago Cuiza supo capitalizar. Con un control orientado y un remate de zurda, venció la resistencia de Zamora abriendo el marcador.
El gol pareció liberar al cuadro tarijeño y, justo antes del descanso, Tomianovic, quien había sufrido la falta del penal, anotó con un magnífico enganche y un zurdazo al palo más lejano, dejando el marcador 2-0 al final del primer tiempo.
El segundo tiempo comenzó con otro penal para Tomayapo. Castellón, buscando redimir su fallo anterior, volvió a errar manteniendo la esperanza de Real Santa Cruz. Y como reza el dicho: “el que perdona, paga”, al minuto 54, Walter Antelo, recién ingresado, aprovechó un rechazo corto para marcar el descuento con un zurdazo certero.
Con el gol, Real Santa Cruz se lanzó al ataque, buscando igualar el marcador. El partido se convirtió en un vaivén emocionante, con Real Tomayapo defendiendo su ventaja y Real Santa Cruz acechando con esperanza. Sin embargo, el pitazo final selló la victoria del cuadro tarijeño, un triunfo que, más allá de los puntos, significó honor y una despedida de la Copa Paceña con la frente en alto.