RIO DE JANEIRO. Cada kilómetro que pasaba, para Ronal Quispe era un desafío gigante, una prueba peligrosa, dura, 50Km marcha bajo el calor de Rio de Janeiro. El boliliviano completaba el circuito y en cada vuelta veía a sus colegas en camillas, sillas de ruedas, devastados con el esfuerzo físico, llegaron al límite. El boliviano completó la prueba y quedó en el puesto 30, entre los cinco mejores sudamericanos del día, con un nuevo récord Nacional.
Quispe logró algo que hasta acá se había hecho imposible, mejoró su marca. Bajó el número con el que clasificó a Río 2016 por dos minutos, lo cual no es poco, ¡es mucho! Por eso el orgullo, por eso su emoción. Marta Marín fue la primera en correr a buscar a Ronal en un abrazo del alma y cerrado; Él en cada paso que daba con la prensa le agradecía a ella y a la CBN, que como empresa privada apoyó su marcha en este ciclo olímpico.
Bolivia completó la prueba con Quispe, demostró con 28 años aún está para grandes cosas, necesita más apoyo. Terminó con lágrimas tras las cuatro horas y dos minutos de prueba, pensó en sus padres, que quizás no lo pudieron ver, pensó en Bolivia y terminó gritando con el poco aliento que le quedaba “¡Que viva Bolivia!”
“He mejorada mi marca, a eso vinimos, hemos trabajado bastante y dejando muchas cosas. Me emocioné poque se lo dedico a mi familia que está muy lejos, no son muy metidos en el deporte, pero mi mamá prometió orar por mi y se que lo hizo. Cuándo vean esto, porque no se si allá en la Provincia hayan podido verme, cuando vean, quiero que sepan que les digo gracias por entenderme siempre”, dijo un emocionado Ronal Quispe a Late! que con sus pasos ha inspirado a un país entero.