Romel Quiñónez no pudo completar el partido que disputó su equipo, Oriente Petrolero, en el Estadio Municipal de Villa Ingenio: después de una buena atajada, pidió el cambio y se fue directamente a su vestuario a respirar con ayuda de un tanque de oxígeno. ¿Qué pasó?
Inicialmente, el ex-Bolívar dijo estar tranquilo. Después, contrario a lo que se especulaba, afirmó que dejó la cancha por una contractura, y acto seguido, se negó a tocar el tema de la altura: “¿para que ustedes (los periodistas) me hagan m..?”, respondió a la consulta.
Lo cierto es que el arquero se descompensó poco antes de que se cumplan los primeros treinta minutos del partido entre su equipo y Always Ready (el marcador seguía en cero) en la ciudad de El Alto y le cedió su lugar en la cancha a José Peñarrieta.