Oriente volvió a perder, Guabirá se acordó de ganar, pero la noticia en el Tahuichi estuvo por la irresponsabilidad de alguien que no hizo su trabajo.
Mario Cuéllar tuvo una dura lesión, se rompió el peroné en pleno partido y la ambulancia no se movía, lo llevaron en camilla al puesto donde estaba estacionada, pero no había nadie a cargo, la ambulancia estaba cerrada.
Entonces, ante la emergencia, decidieron llevarlo a la calle, parar un taxi y meterlo al jugador en la misma camilla en la que salió del estadio, a pesar de que los altavoces pedían desesperadamente por el conductor de la ambulancia, nadie apareció hasta varios minutos después.
La Gobernación de Santa Cruz apuntó a Oriente Petrolero como responsable del espectáculo y la seguridad. Lo mismo hizo la Federación en un comunicado, donde anticipan que pedirán un informe al club Refinero para tomar medidas y sanciones.
Ronald Raldes, presidente de Oriente dejó en claro, que el responsable de lo sucedido, es quien dejó su puesto de trabajo cuando no debía: “Lo de la ambulancia fue una irresponsabilidad de la gente que estaba a cargo de la ambulancia, dejaron su trabajo, no sé por qué motivo y como Club haremos nuestro descargo contra la empresa que contratamos”.