El contenido de esta nota es de opinión y es entera responsabilidad de quien los escribe. Late! no se responsabiliza por las afirmaciones aquí vertidas.
Hace tiempo que el fútbol boliviano ha dejado de ser un simple deporte recreativo, al cuál personalmente amo y que además por el cual vivo y respiro cada día de mi vida desde la primera pelota que he pateado.
Con ese amor a la redonda y el gusto por los deportes, además para intentar llenar la el vacío de la de inmediatez que exige la información hoy en día en el trabajo del periodismo deportivo y general nace Late! un medio independiente, que se nutre con información propia y de otros medios, rescatando el saludable trabajo de colegas, citando fuentes y también invitando a periodistas a subir de contenidos, así nacen los blogs, secciones independientes para sus autores, para que publiquen su opinión y tengan llegada, separamos la noticia de la opinión en dos ramas distintas. La noticia debe ser verídica, rápida y confiable, la opinión es algo que se abre al debate, puede contener material con el que estemos o no de acuerdo, sucedió con la columna de Jorge Gonzáles titulado “Bolivar Q.E.P.D.”.
Primero queremos pedir disculpas al autor por modificar su título original, agregamos “La opinión de Jorge Gonzáles” delante de su título original, esto fue ocasionado por que en Late! tenemos misiones claras, no desinformar y tampoco generar sensacionalismo, el título de esa magnitud genera demasiado impacto y además era algo -que a mi humilde entender y como Editor y Jefe de Prensa, consideré agresivo para con la institución e hinchas del Club Bolívar, y esa también es una intención del medio, no fomentar la violencia, ni la agresión, por eso pedimos disculpas al cambio realizado en el post original. También invitamos a leer a todos la “Explicación Publica” que hizo el mismo Gonzáles del porqué del título y la nota. Rechazamos y baneamos también las reacciones que generó dicho post, con insultos y agresiones por la misma política que manejamos en Late! no son permitidos.
Ahora bien, aclarada esta situación retomo el tema central que me trajo aquí, luego de leer tantas cosas y de haber discutido con varias personas este tema BAISA-Bolívar, me pregunto: ¿Queremos seguir teniendo los clubes de barrio? o ¿Es momento de dar pasos adelante y meternos en el mundo del fútbol en serio? … La pregunta la hago ahora a ustedes, pero antes fundamento lo que para mi es claro, mi respuesta es la segunda situación, yo quiero a Bolivia metida en el mundo del fútbol en serio. Claro, podemos tener clubes deportivos de barrrio donde los viejitos jueguen cartas, las familias almuercen, los amigos compartan, y esos clubes podrán o no, ser además clubes deportivos que apunten al profesionalismo, en fútbol y en otras ramas para así fomentar más al deporte.
Para que esos clubes aspiren al profesionalismo debe existir una estructura que lo solvente, ser profesional hoy en el deporte implica mucho sobre todo en materia económica. Para que esa estructura sea solvente, en el deporte, quiéralo o no, hoy en día debe haber un magnate multimillonario (léase “dueño”) o empresa privada por detrás que sea la que administre a esos clubes; El negocio del fútbol ha crecido tanto que los clubes han dejado de ser clubes de barrio, ahora hay hinchas y sobre todo socios por el mundo de instituciones como Barcelona, Real Madrid, Manchester United, Boca Juniors, porqué no globalizar también a nuestros equipos?.
El concepto de socio de estos tiempos no es el que aporta, mensualmente, semestralmente, anualmente, como un concepto tradicional, es un concepto de alguien que tiene beneficios, facilidad para conseguir entradas (porque las compran por separado en muchos casos), descuentos, accesos a beneficios de partners o sponsors de las instituciones, el mundo cambia y los conceptos también.
“Eso será en primer mundo, pero en Bolivia no”, dicen algunos, y yo me preguntó ¿por qué no? … Inglaterra ha revitalizado su fútbol con capitales Rusos y Árabes … Francia ha relanzado su liga al mundo con la inversión millonaria de los “dueños” del PSG y el Mónaco (que vale la pena recalcar, estaba descendido la pasada temporada), antes que su nuevo “dueño” el ruso Dmitry Rybolovlev se haga cargo del club, ha comprado figuras como Falcao, James Rodriguez, Carvalho y demás etc. de figuras de talla mundial.
Por qué seguir pensando en la añoranza de los viejos tiempos, el mundo cambia y los conceptos también -insisto con esto- El hincha, y creo que todos los que amamos el fútbol de verdad, queremos campeonatos, disfrutar de la gloria que nos ha regalado la existencia del gol, que nuestros equipos (sin importar el color) lleguen a trascender del plano nacional al internacional, ver a la selección compitiendo de tú a tú, dejar de participar y comenzar a competir.
La fórmula hasta aquí evidentemente ha fallado, lo que propone Bolívar con el modelo de BAISA, no es una novedad es un modelo utilizado por algunos clubes de Sudamérica (pocos aún) – muy utlizado en México, en USA (no sólo en la MLS, la NBA, NFL, NHL), y en Europa, en ligas como la Premier, Le Ligue 1, también en Japón con grandes resultados en la J-League ya reflejados en su selección, hace poco un equipo le ganó a Sao Paulo una final, antes algo impensado.
Bolivia no es más un país pobre, lo dice el presidente, por qué no nos damos la chance de abrir la mente a nuevas propuestas, dejemos de creer el discurso de que por falta de plata nuestro fútbol está muriendo. La realidad es que está muriendo por falta de propuestas nuevas, por falta de decisiones buenas.
Por suerte el fútbol está erradicando a los políticos que necesitaban protagonismo y querían al fútbol como trampolín, evidentemente hay una generación que ya quemó sus naves y aún manejan el fútbol, quizás dentro el mismo Bolívar existen estos personajes, hay instituciones que están pagando el precio hoy de esos tiempos, con deudas millonarias pero hasta de la quiebra se puede resurgir si hablamos de un equipo de fútbol, porque se trata de nombres con peso propio, doy dos ejemplos: Colo Colo en Chile, Racing en Argentina, tocaron fondo, y salieron de nuevo a la luz con gerenciamiento privado, creando a Blanco y Negro y Blanquiceleste como sus empresas gerenciadoras.
Dejemos para los clubes de barrio la infraestructura innecesaria al deporte, galerías, shoppings, hoteles, edificios, ya llegará el día para que las instituciones deportivas en Bolivia puedan migrar sus inversiones a otros rubros. Hoy clubes con tareas profesionales deben tener primero como tarea primaria construir una fábrica de deportistas, luego una infraestructura que soporte a esas divisiones inferiores y que además le de condiciones a sus equipos profesionales, dejemos de pedir que los jugadores jueguen por amor a la camiseta, dejemos de pedir que los dirigentes sean los “honorables señores y sacrificados” es tiempo de decirle la verdad a la gente, el fútbol es un negocio, quizás el mejor negocio del planeta cuando se trabaja bien para los protagonistas, las instituciones y las personas que deciden trabajar (jugando al fútbol, dirigiendo equipos, gerenciando clubes e inveitiendo en el negocio).
Dentro de este negocio el mundo además sigue disfrutando y sufriendo con la pasión que genera, vende espectáculo, pero además vende ahora todo lo que toca, estadios que son monumentos mundiales han sido derribados para dar paso a nuevas obras con nombres de empresas: Alianz Arena, Emirates Stadium. Hacer esto no significa vender el alma al diablo, significa aprovechar una oportunidad.
La administración del fútbol ha cambiado, antes alcanzaba con tener once tipos pateando una pelota todo el día y cobrar las recaudaciones para llenar libros contables con debe y haber, ahora hay que profesionalizar todas las actividades y la administración deportiva también, basta de socios con potestades que les da el derecho de pagar una entrada, la dirigencia debe ser rentada, para exigir responsabilidad en el viejo modelo administrativo.
De lo contrario hay que esperar que vengan “mesías” millonarios a salvar a los clubes bolivianos de la miseria en la que lo han dejado los tradicionalistas, nos daremos una oportunidad al cambio, apostaremos por nuevas ideas, quizás y no es tan malo pensar en gerenciar al fútbol como empresa privada, incluso convertir a la Liga en una marca rentable, para no depender del nombre de un sólo inversor, si no que las instituciones y el fútbol en Bolivia sea un dulce atractivo de capital privado, interno o externo. Por qué no pensar que en 20 años un Jeque Árabe o un magnate Ruso en lugar de adquirir un franquicia o un equipo Londinense piense en un equipo nacioanl, el mundo cambia y los destinos de la inversión también.
Disfrutemos que en Bolivia todavía esos inversores son hinchas del los clubes a los que invierten: Marcelo Claure en Bolívar y Kurt Reintsch en el Tigre son dos buenos ejemplos, tangibles y actuales; Hinchas con capital propio que decidieron invertir en sus clubes, uno decidió hacer una empresa y formalizar esa relación de un modo profesional invirtiendo pero asegurándose el capital con los bienes físicos que pertenecían al Club. El otro está aún invirtiendo contra todas las adversidades que se le presentan y está cada vez más desesperado y sólo, arriesgando su patrimonio familiar; Kurt es un gran dirigente que Bolivia debería aprovechar, no saqueándolo, si no brindándole oportunidades para que pueda invertir seguro y esto no se lo hace sólo con leyes y apoyo del gobierno, también con imaginación y voluntad al cambio.
Por eso no debemos rasgarnos las vestiduras al escuchar a un presidente de un club decir que no tiene patrimonio físico en Bolivia, cuando ha construido una empresa privada que lo administra y en carpeta está la construcción de centro de alto rendimiento. Además que ya lleva cuatro años de trabajo en divisiones inferiores, sin querer está llenando a la Liga de sus jugadores juveniles, ocupando el lugar que tuvo la Tahuichi en los años 80, con frutos ya en la selección boliviana. Y no soy un periodista servil a nadie, simplemente creo que es un buen camino para empezar una revolución de fútbol en Bolivia el apostar en serio por la juventud, como también lo hace Oriente en menor medida y formalidad cada año nos regala nuevos jugadores.
El mundo cambia, y los conceptos también, lo repito, por eso creo que un club de fútbol es hoy en día más que su patrimonio, la infraestructura un día está y luego no, cambia, mejora, desaparece, pero no son la esencia de los equipos de fútbol. Existen instituciones quebradas que han resurgido, equipos de fútbol sin sedes sociales son campeones por todas parte del mundo, en Bolivia San José es un gran ejemplo.
Dejemos las añoranzas de los viejos clubes de barrio para trabajar en conjunto y convertirnos en campeones de una vez por todas.
