(Jorge Gonzales). Bolívar juega bien, Flamengo pésimo y el juego termina empatado 2 x 2 en el Maracaná, por la Copa Libertadores de América.
Mérito de los delanteros bolivaristas que aprovecharon correctamente las oportunidades que tuvieron:la jugada de Arce, previa al primer gol; el lanzamiento perfecto de Ferreira para la conclusión también perfecta de Pedriel en el segundo tanto.
Y merito para los del medio sector que controlaron cabalmente a los poco inspirados flamenguistas.
Una victoria psicológicamente importante, que confirma que jugando sin la presión de su hinchada los de la Academia lo hacen mejor.
Peor para los casi 43 mil torcedores rubronegros cariocas que prestigiaron el nuevo Maracaná.
El empate es significativamente substancial por haber sido conseguido frente al Flamengo y en pleno Maracaná, pero, ojo, si los jugadores de Bolívar fueren inteligentes, entenderán que no se ganó aún absolutamente nada, a no ser un punto que en el contaje final puede ser importante.
Bolivaristas, cuídense con los triunfalistas que son, en el fondo, los derrotistas.
Resultados imprevisibles como el del Maracaná hacen con que parte de la hinchada y del periodismo deportivo lleguen a tan alto grado de euforia (triunfalismo) que se olvidan en qué realidad vivimos. Es un resultado bueno, interesante e histórico y hay que fesgtejarlo, pero nada más que eso, porque no es la solución para el fútbol bolivarista ni boliviano. Porque, inclusive, son esas mismas personas, las que crucifican a un equipo en la primera derrota (derrotismo).
Son sectores que yo llamo de inmediatistas.
