El ejercicio físico intenso puede conllevar que el músculo del corazón trabaje de una manera desequilibrada, por ello la mejor manera de tener un control sobre su estado son las revisiones médicas y pruebas de esfuerzo que deben realizarse de una manera periódica.
La muerte súbita cardíaca (MSC) se produce en 1 de cada 100.000 deportistas y la mayoría sufrían una enfermedad cardíaca congénita. Este tipo de enfermedades, en ocasiones, se manifiestan de manera repentina, incluso la víctima desconocía su dolencia, ha sido el corazón al verse sobrepasado por un esfuerzo físico que ha producido este efecto.
El paro cardíaco en el fútbol es tres vece más frecuente.
Según el estudio de St. George’s de la Universidad de Londres publica uno de los primeros exhaustivos respecto a la muerte súbita y el paro cardíaco en el deporte. Este evaluó a 11.168 futbolistas durante 20 años (1996-2016), de sus resultados se pudo deducir que 0,38% de los jugadores presentaban irregularidades cardíacas, de los que el 93% no presentaban síntomas. El profesor Sharma, uno de los responsables del estudio, declaraba:
“La muerte de un atleta joven es sumamente trágica cuando se considera que la mayoría de las muertes se deben a enfermedades congénitas o hereditarias del corazón que se pueden detectar durante la vida. Los deportistas afectados pierden décadas de vida. Tales muertes suscitan preguntas sobre posibles estrategias preventivas. Uno de los principales obstáculos para implicar la detección cardíaca en los jóvenes es la falta de información sobre la incidencia precisa de muerte súbita cardíaca en los atletas”.
Del total de los 42 atletas con enfermedades cardíacas, el 93% de ellos fueron tratados y siguieron con su actividad física con normalidad, a 2 de ellos se les recomendó que abandonaran la práctica deportiva pero se negaron y años más tarde fallecieron.
Sin embargo, durante el estudio se produjeron seis muertes por parada cardíaca no detectadas por los profesionales. Cuando se sometieron al estudio médico, estos futbolistas de 16 años no presentaban ninguna anomalía. Por el contrario, no se vuelven a someter a un examen de este tipo, por ello el equipo responsable del estudio introdujo exámenes nuevamente a las personas jóvenes de sus 18, 20 y 25 años.
En España no hay datos exactos que nos ayuden a evaluar el riesgo de muerte súbita entre deportistas. Sin embargo, las autoridades sanitarias del norte de Italia advierten de la baja incidencia de paros cardíacos entre sus deportistas. Esto puede explicarse debido al reconocimiento médico obligatorio al que son sometidos sus deportistas, que incluyen la ecocardiografía, lo que permite el diagnóstico precoz.
Los casos más conocidos de MSC en el fútbol.
Antonio Puerta, el futbolista español que el 25 de agosto de 2007, durante el partido Sevilla – Getafe en el estadio Sánchez Pizjuán de Sevilla, sufrió un desmayo cardiorrespiratorio. Al deportista se le aplicó el desfibrilador y fue trasladado a un hospital, donde murió tres días después.
Davide Astori, capitán de la Fiorentina, falleció el cuatro de marzo de 2018 debido a una muerte súbita, antes de un partido liguero contra el Udinese.
Marc Vivian Foé, jugador de la selección de Camerún, murió en el 2003 durante las semifinales de la Copa Confederaciones frente a la Selección Colombia.
Christian Benítez , muerto en el 2013 por una insuficiencia cardiaca, cuando jugaba en el Eljaish Sports Club, de Catar.
¿Qué hacer frente a una muerte súbita cardíaca?
Una de las causas de la MSC viene motivada por una cardiomiopatía hipertrófica (anomalía que provoca que el corazón no funcione correctamente a causa del engrosamiento continuado de los músculos del corazón), algunas contusiones contra la pared torácica en un momento vulnerable del ciclo cardíaco, así como las enfermedades congénitas del tejido muscular o anomalías en las arterias coronarias. Como hemos podido ver muchas de ellas son evitables, acudiendo a revisiones médicas que incluyan un examen cardíaco exhaustivo con electrocardiogramas y ecografías.
En caso de presenciar un caso de paro cardíaco, sea o no deportista la víctima, lo primero que debemos hacer el aplicar la cadena de supervivencia. Esta consta de cuatro pasos básicos y muy sencillos que incluyen realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Comprobar si la víctima respira. Para ello observaremos si hay movimiento en la zona torácica y comprobaremos las vías aéreas.
Aplicaremos compresiones en el centro del pecho. Se recomienda aplicar 30 compresiones torácicas, intentando profundizar hasta 5 cm junto a dos insuflaciones ( Solo en caso de que conozcamos a la víctima).
Antes iniciar las compresiones habremos pedido un desfibrilador que aplicaremos de inmediato siguiendo las instrucciones del mismo. Hoy en día los desfibriladores semiautomáticos son muy fáciles de manejar y los puede utilizar cualquier persona sin que nunca se le pueda causar ningún daño a la víctima. El dispositivo analizará a la víctima y si observa que no hay un ritmo cardíaco normal, aplicará una o varias descargas.
Esperaremos a los servicios de emergencia. Hasta que no llegue el dispositivo médico, continuaremos con la RCP.
Desfibrilador.com