Los técnicos de Bolívar y The Strongest son dos filosofías de fútbol opuestas, pero ambas válidas, y demostradas que pueden ser ganadoras porque pelean palmo a palmo el título del Apertura.
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Miguel Ángel Portugal
Para el español que dirige Bolívar, la plantilla bien conformada es la que gana campeonatos, por eso no se casa con un “once de memoria” o con jugadores claves, para él no hay nadie insustituible en su equipo, lo más importante es regular las cargas físicas para que no falle nada, todo es medido exactamente con parámetros invariables.
El esquema de juego favorito del español es el 4-2-3-1, con mucha llegada por los extremos, bien al estilo europeo, los cruces de banda largos y la salida con pelota dominada por el medio son las cosas que pide siempre a sus jugadores desde el borde del campo de juego.
El jugador que cubre la plaza de media punta – el que juega a las espaldas del delantero- debe tener la capacidad de subir y bajar, de ser un delantero y hombre de marca a la vez para equilibrar este esquema de Portugal, además los extremos y los laterales deben permanecer en comunión constante para realizar relevos rápidos ya sea en transición de ataque o de defensa.
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Eduardo Villegas
Para el entrenador atigrado, el equipo debe salir de memoria, el defiende la postura de tener los mismos once, siempre y cuando se pueda y rindan, no les gusta y hasta le incomoda un poco realizar tantos cambios constantemente.
Le gustan los desafío de sustituir a jugadores clave con decisiones propias, sale de los “clichés” y apuesta por ideas que salen de su cabeza para asegurarse puntos que nadie los esperaba, su esquema favorito es el 4-4-2, duro, fijo, con dos hombres de contención y dos volantes abiertos por los laterales. Le gusta también tener dos delanteros netos, aunque es mejor para él, que uno de sus dos delanteros tenga la capacidad de retroceder a generar juego si hace falta.
Los laterales son usados mucho como flechas de ataque, los volantes laterales tienen la libertad de cerrarse por el medio y sorprender sumándose a la línea de atacantes, mientras que los volantes de contención son más ordenados y se descuelgan poco, aunque es vital para sus equipos que uno de ellos tenga un función mixta para generar mayor volumen e juego en ofensiva.
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En definitiva no hay fórmulas del éxito en el fútbol, todo lo que sirve es el trabajo y el esfuerzo, con gustos distintos, con ideas opuestas, con formas de manejar el grupo también diferentes, Portugal y Villegas llegaron a la última fecha con la chance clara de proclamarse campeones del fútbol en Bolivia…
