En las últimas horas, muchos informes, mucha tinta y muchos espacios en redes se han dedicado al Clásico, es que el The Strongest 4-4 Bolívar del miércoles ha sido sin duda uno de los mejores partidos en los últimos años del fútbol boliviano, pero como tal no estaba exento a la polémica.
El Club Bolívar terminó furioso con el arbitraje, Gaad Flores sancionó dos penales para el Tigre -que estuvieron bien cobrados- pero dejó muchas dudas, en sus decisiones porque no se ha sancionado dos jugadas puntuales que pudieron cambiar el rumbo del partido y por la expulsion de Gabriel Villamil.
Bolívar reclama puntualmente dos situaciones, el golpe de Fernando Saucedo a Diego Bejarano, que el árbitro y el VAR optaron por no sancionar como una expulsión, en ese momento el partido aún estaba sin goles.
Ya se ha presentado un memorial para revocar la expulsión de Villamil por error arbitral con vídeos, ya se ha pedido el audio del VAR para ver qué decían los árbitros después de ver el golpe en contra de Bejarano y otros. Les voy contando……@Bolivar_Oficial
— Marcelo Claure (@marceloclaure) October 14, 2022
El otro momento clave que reclama Bolívar es un penal no cobrado para la Academia, cuando César Martins se elevó en el área atigrada hay una clara infracción sobre el futbolista, al que toman de la camiseta a pesar de que el Celeste ganó en el salto, la jugada también fue revisada en el VAR, pero no se sancionó como penal.
Con esas dos jugadas puntuales, Bolívar, según informa su presidente ha pedido los audios de la sala VOR, e inician un procedimiento para intentar retirar la expulsión de Villamil, que fue agredido por la espalda por Ismael Benegas y el Celeste se fue expulsado al igual que el paraguayo sin haber iniciado la pelea, o haber seguido en el conflicto.
“Ya se ha presentado un memorial para revocar la expulsión de Villamil por error arbitral con vídeos, ya se ha pedido el audio del VAR para ver qué decían los árbitros después de ver el golpe en contra de Bejarano y otros. Les voy contando……”, twitteó Claure para demostrar el enojo de los Celestes.
