Cuando terminó el partido del domingo en el Hernando Siles, Pablo Escobar se abrió del grupo de jugadores que se reunía en el centro del campo -para congratularse por la goleada a Oriente- y siguió sus pasos para abrazar a José.
José por su parte estuvo durante todo el partido sentado en la décima fila de la bandeja baja de preferencia, con sus auriculares azules, escuchando cada detalle del partido, percibiendo todas las sensaciones que desprende un partido de fútbol, celebrando cada gol con su familia.
Es un atigrado de cepa y cada que puede pasa por el Siles o por Achumani para encontrarse con su amigo Pablo, que le contaba a los micrófonos de Radio Deporte “José es un tremendo artista, nos conocemos hace mucho, y me encanta saludarlo, verlo porque siempre tiene una enseñanza nueva, sobre todo que la vida es mucho más que esto, que a veces a nosotros se nos resumen en un partido de fútbol”.
José si es un tremendo artista, a pesar de no tener la posibilidad de ver, tiene la capacidad de conmover con su música al mundo. Es un niño prodigio, que toca el piano, y otros instrumentos, amante de la música y del Jazz, el mundo lo reconoce, tocó en Perú, Brasil Estados Unidos, Italia y su carrera sigue en ascenso, incluso es parte del FestiJazz en La Paz hace tres años. Una buena oportunidad para disfrutar su música en el país.