Oriente salió decidido a demostrar todo lo contrario a lo que fue en la semana en Copa Sudamericana, arropado por un estadio lleno, el cuadro Refinero le ganó a Bolívar con un solitario gol de Maximiliano Caire para sellar el 1-0 en la ida de la serie de cuartos de final.
Bolívar cometió muchos errores, estuvo impreciso, nervioso, cayó en la trampa de la pelea y discusión constante con los rivales y hasta con el árbitro. Producto del nerviosismo y desconcierto Celeste, llegó el gol de Caire, un centro al área de Dorrego que terminó cabeceando Martins sobre su puerta, y aunque salvó Cordano, el rebote fue de Caire. Bolivar no reaccionó bien al gol, siguió nervioso, incómodo con Bejarano y Sagredo como centrales, se le complicó la tarea defensiva, y en ataque, no tuvo circuitos por el buen partido de Mercado y Daniel Rojas.
Así pasó el partido, con un Oriente cuidadoso del gol que consiguió y un Bolívar histérico, sin ideas, sin fortaleza mental y encendiendo cada mecha que podía. Hasta que llegó el miunto 88, cuando Sagredo cometió una torpe falta -con dudas- pero fue penal sobre Suárez, que Dorrego mandó por arriba del arco.
Ese penal pudo cambiar la ecuación, pero no lo hizo, la ventaja es mínima para ir a La Paz, un resultado que parece ser un castigo para ambos, corto para Oriente y una deventaja para Bolívar, es que ninguno quiso jugar más de lo que quiso pelear, fue un Clásico sucio.
