El piloto boliviano llegó sin voz a Bolivia, hace varios días que padece un fuerte estado gripal que no lo deja disfrutar del Dakar como quisiera.
“No he estado peleando sólo con el desierto, sino con la fiebre con la gripe y contra todo, pero me siento contento de estar acá”, dijo Walter Nosiglia apenas en la rampa de Miraflores, se lo vio bastante afectado, cansado y agotado.
A su llegada a Irpavi, Nosiglia se mostró agradecido con la gente, y contó que casi no lo dejan pasar: “Nuestra gente es así, en lluvia nos daba calor, bebidas calientes, por eso amo tanto esta gente, casi no llegó a Irpavi porque se me tiraron encima y casi nos caemos, pero ya estamos en casa ahora a recuperarnos”, sentenció Walter antes de irse a descansar a su casa.