Se dio el cambio, pero no el resultado. Como otras ocasiones, la fortuna no acompañó a la Selección. La actitud que mostró Bolivia fue distinta a la de contra Argentina, fue de menos a más incluso con la tónica que impuso Henry Vaca acompañado de Rodrigo Ramallo y Ramiro Vaca. Era el mejor momento de La Verde, sin embargo, un inocente error terminó en el desequilibrio de La Tri para el 2 a 1 final en el Hernando Siles.
El primer tiempo pareció ser una prolongación de aquella derrota con la Albiceleste. Solo Moisés Villarroel buscó portería con dos remates de larga distancia desviados. La imprecisión era lo único que separaba de la ventaja a Ecuador. Justo sobre el final, Moisés Caicedo metió un pase desde su campo, Kendry Páez controló de tal manera que se encargó de ganar en velocidad y en el mano a mano batió a Guillermo Viscarra.
El entretiempo fue vital para el partido. Gustavo Costas hizo reaccionar al equipo con dos cambios, entraron Henry y Ramallo en lugar de Jaime Arrascaita y Víctor Abrego. La Verde despertó y La Tri decayó de manera sorpresiva. El legionario en Israel contagió su ánimo. Carlos Roca probó en un par de ocasiones desde la izquierda.
De tiro libre por derecha, Henry buscó el arco y la pelota se estrelló en el travesaño, ningún boliviano logró cazar el rebote. En el minuto 83, Ramiro con su templanza abrió para Henry, este regateó para evadir a los ecuatorianos, hizo un pase filtrado, Ramallo amagó y en el siguiente segundo reventó las redes con un potente disparo. Se sintió la alegría en todo el Siles.
Pese al corto tiempo restante, la ilusión estaba intacta, el ambiente daba para soñar con la remontada. Marcelo Martins decretó una difícil noche resbalándose en una inmejorable jugada. La ansiedad se apoderaba de Bolivia. Es así que de contra, Héctor Cuéllar no pudo despejar el esférico y Kevin Rodríguez de frente a Viscarra puso el segundo. De pronto, se enmudeció el Hernando Siles con el festejo de la minoría.
Hubo tiempo para unas acciones más, pero sin peligro claro. La Selección sintió el golpe. Lo que era ilusión acabó en impotencia. Ecuador se llevó los tres puntos mandando al fondo a la Selección. Bolivia mostró otra cara con carácter, pero no bastó para celebrar. Vuelven esos aires de se jugó como nunca, pero se perdió como siempre.