Un equipo de fútbol que no es la selección paraguaya logró unir a olimpistas, cerristas, aborígenes, gumarelos, luqueños, solenses, tec, en un solo deseo, que un club de la APF siga con pasos firmes a la conquista de la Copa Libertadores de América.
Las veces que los archirrivales, Cerro Porteño y Olimpia participaron de la Copa Libertadores de América se ha escuchado decir, con muchísima hipocresía, que en ese momento Olimpia, Cerro Porteño, a los que se suman Guaraní, Libertad, 12 de Octubre, Sportivo Luqueño y Tacuary, eran “Paraguay”, es decir, que estaban representando al fútbol paraguayo y que por lo tantos todos apoyaban sin distinción de colores, sin dudas, una gran mentira.
Nunca, desde que comenzó a rodar la primera pelota en el país hace más de 100 años, y desde que nació el club Cerro Porteño y se hizo enemigo acérrimo del “Decano” Olimpia, los olimpistas han querido que Cerro Porteño gane al menos un torneo de trompo o de pandorgas, y de igual manera los cerristas, han querido que Olimpia gane ni tan siquiera algún torneo de barrio sea en la modalidad que sea. El odio, porque esa es la palabra correcta, que se tienen cerristas y olimpistas no tiene parámetros ni límites, así que eso de “Cerro es Paraguay” u “Olimpia es Paraguay” cuando están disputando algún torneo internacional es una gran farsa, una tremenda mentira. El cerrista quiere que Olimpia pierda y el olimpista que el cerrista también pierda, así de sencillo.
Tal vez con otros clubes que han participado de torneos internacionales como la Copa Libertadores de América y más recientemente la Copa Sudamericana, los hinchas de Olimpia, Cerro Porteño y otros clubes, hayan dicho que ése Club de turno era Paraguay, pero apenas de boca para fuera, porque de seguro no habrán sufrido ni seguido con tanta atención y entusiasmo los partidos como lo vienen haciendo con el Club que vio nacer al más grande futbolista que tuvo, no solo el Paraguay, sino el mundo entero, como lo fue el incomparable Arsenio Erico, el “Saltarín Rojo”.
El Nacional Futbol Club, finalista de la Copa Libertadores de América, se ha convertido, y eso nadie lo podrá negar, en el verdadero y auténtico equipo paraguayo, esta vez Nacional sí es Paraguay, porque la afición deportiva así lo siente, porque todos están pendientes de él y se identifican con los colores rojo, blanco y azul de su tricolor insignia, que también son los colores de nuestro emblema nacional.
El club Nacional vive el mejor momento de su historia y Paraguay lo acompaña, es por eso que en su último partido en el que le empató 1 a 1 con San Lorenzo en Asunción, las gradas del “defensores del Chaco” estuvieron pobladas de pasión futbolera, todo Paraguay se volcó a llenar un estadio de un equipo inédito.
Grande es Nacional porque la hazaña de llegar a las finales de una Copa Libertadores de América llega justamente en el peor momento del fútbol paraguayo, momento en que la Albirroja, fue humillada en las eliminatorias de Brasil 2014
Fuente: Amambay Digital