Los incidentes en el Hernando Siles parecen terminar en nada, al único detenido le dieron detención domiciliaria, mientras que en el tribunal deportivo decidieron multar con 1000 dólares a los incidentes, que deberán ser pagados a mitades entre los dos clubes.
El aficionado del Rojo, Erick Hernán Aranibar Arias, fue denunciado por el Tigre por intento de homicidio, entre otros cargos, y por ahora en la audiencia cautelar le determinaron detención domiciliaria. Aunque el Club de Achumani seguirá con el caso buscando a los otros responsables y pidiendo entre 6 y 8 años de cárcel para ellos, en busca de sentar un precedente serio. Las autoridades de justicia deportiva dan un mensaje contrario, una multa de 500 dólares a cada club involucrado es la sanción por el grave suceso que pudo costar mucho más que un susto para un futbolista.
En Bolivia perdió la vida un niño en Oruro en 2013, luego se promulgó la Ley 1515 -que nadie respeta- la tolerancia de la pirotecnia en los estadio es cero, pero parece que seguimos sin aprender nada, ya perdimos una vida, ¿habrá que esperar otra tragedia para que haya de verdad un antecedente que frene estos sucesos?