Un tanto ante Bosnia, otro a Irán y dos a Nigeria en la primera fase. Una asistencia de gol en octavos de final ante Suiza. Ese es la tarjeta de presentación con la que Leo Messi ha sido elegido por la FIFA como Balón de Oro del Mundial.
Injusta, vergüenza, inmerecida, son los calificativos que surgen de los medios internacionales, los códigos y medidas de FIFA suelen ser siempre discutidos, lo fueron en cada juego con el “Man of de the Match”, siempre polémico indice de medición que usa. Kross, Müller, James o el gigante Javier Mascherano parecían haber hecho mucho más méritos que Messi.
Lio no fue decisivo ni en cuartos ante Bélgica, ni en semifinales ante Holanda. También decepcionó en la final ante Alemania, en la que empezó bien pero falló un par de ocasiones y desapareció después. Por eso de la larga lista de elegidos como candidatos, para los lectores de Late! el ganador, fue James Rodríguez, Robben y Thomas Muller, Messi recién es cuarto en el gusto de los lateros.