En una mañana fría y lluviosa, la selección Uruguaya realizó su penúltimo entrenamiento antes de viajar a Brasil. La práctica celeste estuvo marcada por fútbol en espacios reducidos.
Entre los aspectos más destacados, sobresalió la presencia de Suárez en la cancha 3. Por segundo día consecutivo trabajó en la cancha y entrenó bajo la mirada atenta del kinesiólogo Walter Ferrerira, el profesor José Herrera y el doctor Alberto Pan, quienes siguen bien de cerca la recuperación del jugador que fue sometido a una artroscopía en su rodilla izquierda.
Corridas en línea recta sobre un sector del campo de juego, saltos y ejercicios con conos, fueron la dinámica del entrenamiento dispuesto para el delantero, que cerró su jornada en el gimnasio.
Fueron unos 30 minutos de trabajos en los que además, Suárez tuvo contacto con la pelota con jueguitos con la cabeza y algún toque corto, demostrando que su recuperación avanza y que con el paso de las horas, las ilusiones crecen para que el delantero diga presente en el encuentro de Uruguay ante Inglaterra.
Mientras Suárez trabajaba y se robaba la atención del puñado de fanáticos que pese a la fuerte restricción de seguridad pudieron verlo entrenar, el resto del plantel realizó fútbol en espacios reducidos en la cancha 4 del Complejo Celeste.
La premisa es crecer en la intensidad del juego. El maestro Tabárez ha insistido en ese aspecto durante toda la preparación celeste y ayer no hizo la excepción. El plantel se dividió en dos equipos de 10 jugadores cada uno y un comodín jugando para ambos lados.
Fuente: Ovación Digital
