El secretario ejecutivo de la FBF, Alberto Lozada, confirmó que todo puede suceder, a una semana de las elecciones en la entidad matriz del fútbol nacional.
En una entrevista realizada por El Diario de La Paz, el dirigente no quiso anticipar si Carlos Chávez se presentará a la reelección en la Federación Boliviana de Fútbol.
¿Cómo se vive estos días, crée que se puede dar el cambio con la nueva gestión federativa?
Todo el mundo habla del cambio en el fútbol boliviano, pero lo único que quieren -quienes se denominan opositores- es solo cambiar de personas pero no las estructuras del fútbol porque no les interesa. Para que cambie el fútbol nacional, la única forma es distribuir recursos económicos del fútbol para los clubes profesionales y las asociaciones de fútbol. Pero, repito, el cambio para ellos significa cambiar a Carlos Chávez, nada más.
¿Qué es lo que se debe hacer para cambiar el fútbol boliviano actual?
No se va a poder hacer nada sin el apoyo del estado, sin la promoción del fútbol amateur, de las divisiones menores. El fútbol se maneja hoy por el esfuerzo propio de la dirigencia, el recurso económico que sale de los dirigentes. Hemos tratado de hacer cambios en el fútbol nacional, en el sentido de decir mejoremos el producto fútbol con mejores contratos de televisación y quienes se sienten afectados de la mediocridad en la que siempre se han manejado, se ofenden, ellos son los retrógradas del pasado y que manejan supuestamente el cambio.
¿Son dos los pilares del cambio, el apoyo estatal y la promoción de las menores?
Con la creación del Ministerio de Deportes se vislumbra un mejor futuro del fútbol boliviano, por el hecho de que hay un ministerio que ha comenzado a trabajar en coordinación con la FBF hacia un mejor resultado deportivo de las selecciones nacionales. Todo lo que la gente pide es que haya un resultado deportivo y para ello se tiene que tener gente abajo, quienes sostengan la posibilidad de mejores días para los campeonatos y por ende de las selecciones nacionales, en todas sus divisiones y eso viene con recursos económicos. Carlos Chávez en la Conmebol ha promovido un departamento de desarrollo que promociona en las asociaciones nacionales una inversión de 250.000 dólares anuales en el país, que deberán ser invertidos por cuatro años en las nueve asociaciones y para desarrollar el fútbol nacional en una nueva dimensión. Pero, si hubiera mejores condiciones estatales, como se da en otros países, se podría tener un fútbol boliviano de otras características.
¿Si no se tiene apoyo estatal, se podrá hacer algo?
Se hará lo que esté el alcance de los recursos económicos de los dirigentes, como organismo nacional y con la ayuda de la posición de Carlos Chávez a nivel continental, para hacer algo por el fútbol boliviano. No existe posibilidad de promover ningún deporte si no existe las condiciones para hacer deporte. El techo es el recurso de la propia dirigencia. El Estado Plurinacional, que pasa por un momento espectacular en la parte económica, debería acomodar situaciones de leyes, de recursos, decretos que posibiliten a las asociaciones obtener recursos económicos y por ende al fútbol nacional.
¿Si tanto usted como Carlos Chávez siguen en la FBF llegan con más experiencia dirigencial?
Cuando se fue Julio Grondona, tras 35 años de actividad dirigencial, dejó un gran vacío en el fútbol argentino, nosotros no queremos dejar un vacío, queremos dejar un fútbol nacional de esperanza. Carlos (Chávez) tiene ocho años en la Federación y creo que han sido muy positivos desde el punto de vista de lo administrativo y de las posibilidades que el dirigente se proyecte a nivel internacional. Lo que falta es que la Selección se clasifique a un Mundial, y lo que necesitamos es que el fútbol profesional tenga la esperanza de tener mejores jugadores, que hoy no tenemos. Hay algunos que están en la oposición de Carlos Chávez y que contratan en sus equipos a jugadores de 38 años, eso es vivir del pasado y los recuerdos. Hay que contratar a jugadores nuevos y que se puedan formar en su cantera, eso es lo que hay que hacer.
