El entrenador de la selección alemana, Joachim Löw, rechazó que su equipo sea el favorito en la final del Mundial de Brasil que disputará el domingo ante Argentina.
“En una final no hay ningún favorito. Da lo mismo cómo hayan sido los partidos anteriores. Nuestro 7-1 contra Brasil ya no tiene ninguna importancia”, dijo el entrenador a la emisora alemana de radio ARD tras la llegada del plantel a Río de Janeiro en la noche del viernes.
“Los argentinos son muy peligrosos. Ganaron cada partido con una ventaja estrecha, 1-0, 2-1, penales. Han recibido muy pocos goles. Tienen una muy buena defensa, son un equipo muy agresivo”, indicó el seleccionador.
“Vamos a tener muchos, muchos más problemas que en la semifinal”, advirtió Löw.
Con la única ausencia del defensor Shkodran Mustafi, baja para el resto del Mundial desde octavos de final, el plantel alemán dejó su concentración en Santo André para instalarse en Río de Janeiro unas 42 horas antes del final.
“Queremos estar más tiempo en Río para sentir un poco más la pasión de la gente”, explicó el mánager Oliver Bierhoff, que advirtió sobre la peligrosidad del equipo argentino.
“Cuando entran al campo tienen fuego en los ojos. Es un obstáculo que tendremos que superar”, indicó Bierhoff, quien aseguró que los argentinos se transforman en “otras personas” en una cancha de fútbol.
Low, terminó con una broma, “¿Ya estudiaron a los pateadores argentinos como hicieron con Jens Lehmann en el Mundial 2006?”, le preguntan. Low saca el papelito y responde con una sonrisa: “Esperamos no tener que llegar a esa instancia y decidir el partido antes. Una tanda de penales depende de tantas cosas. El jugador que patea tiene presión. Los arqueros se preparan para estas instancias no sólo en 2006 si no en todos los partidos que disputamos. Siempre analizamos la situación y ya vimos a los jugadores argentinos que patean los penales”.