Algo que tuvo la primera convocatoria de Mauricio Soria, fue la confianza en nombres para que regresen a la verde después de mucho tiempo.
Augusto Andaveris, que en el último tiempo en Wilstermann a mantenido un buen nivel como volante por izquierda, y Jhasmani Campos, que viene siendo figura en su equipo Al Orbah de Arabia Saudita, fueron los elegidos por el entrenador para que sean los extremos en la selección nacional.
Quizás por el calor, quizás por su naturaleza, a los dos les costó mucho en el primer tiempo ayudar en la cobertura de marca, Fabinho por un lado -gran lateral derecho- y Wendell por el otro, un poco más discreto pero movedizo. Complicaron siempre las espaldas de ambos jugadores que no cumplieron la misión de ser tapones para los laterales. Ofensivamente no fueron gravitantes porque el 80% del tiempo Brasil tuvo la pelota, y defensivamente no lograron cumplir la misión de Soria.
En el segundo tiempo con el ingreso de Azogue quedaron mejor parados, pero sin ser grandes opciones en salida para la selección. Andaveris jugó sólo 57 minutos. Mientras que Campos estuvo todo el partido en cancha.
Luego vino el ingreso de Joselito Vaca, entró pasados los 70, ya Bolivia estaba mejor parada en cancha y estuvo con pocos minutos para evaluar su rendimiento, aunque en el tiempo que estuvo, no paso de discreto.
