El Rally es un desafío particular para todos y un reto, por eso llegar a la meta es vencer al Dakar, y lamentablemente no pueden hacerlo todos. En el equipo boliviano de los once pilotos que largaron en Argentina sólo cinco terminaron la competencia.
El primero en abandonar fue Luis Barbery que en la segunda etapa, primera en competencia se le incendió su coche en el enlace luego de terminar la prueba.
Luego vino el turno de Don Fortunato Maldonado, tras ocho etapas no pudo largar en la novena, llegó tarde al campamento y no inició el día, dejando la carrera de manera inminente con muchos problemas en su Toyota. Ese mismo día se confirmó el abandono “obligado” de Danny Nogales, a quien la organización le cortó la novena etapa por razones de seguridad y lo evacuaron en la novena etapa.
Luego vinieron los últimos dos abandonos, a Julio Roca no le dejaron largar en la etapa once, justo el mismo día que Delio Velázquez se bajó del Dakar. Ambos fueron partners en varios momentos difíciles del Dakar se ayudaron, se remolcaron y el destino quiso que ambos queden fuera el mismo día.
Todos ellos, a pesar de no haber llegado a la meta se ganaron el respeto y el cariño de la gente en Bolivia, porqu desafiaron sus miedos, sus sueños y lucharon hasta donde pudieron, es parte del Dakar.
