Antes de que termine mayo, habrán regresado tres ligas europeas a la actividad profesional del fútbol: Alemania que será la primera, Serbia y Turquía la seguirán en su regreso.
FIFA estableció protocolos, Conmebol también y en Bolivia comienzan a trabajarse los primeros intentos. Hay dos factores comunes en todos, muchas pruebas para asegurarse que los protagonistas no tengan COVID-19 y mucha responsabilidad individual para que todas las medidas tengan resultados.
El doctor Álex Antezana, director médico del Club Wilstermann, explicó en el Webinar realizado por el Instituto Boliviano de Derecho Deportivo, que los clubes pueden acudir a pruebas rápidas, que son de más fácil acceso, pero se deben realizar muchas pruebas por semana. Uno de los protocolos sugeridos en este trabajo que realiza la FBF, es el del cuerpo médico del Rojo, que sugiere una prueba 48 horas antes del partido, otro a las ocho horas previas al juego y una más a las 48 horas después. En Europa los jugadores son sometidos hasta a cuatro pruebas distintas antes de iniciar su prácticas.
Esa es la parte costosa del asunto, en pruebas rápidas, según estimó Antezana, los clubes deben destinar cerca de 5 mil dólares al mes. Pero no sólo es eso, se debe trabajar en la desestirilización total de los ambientes en los días de partido, en las prensa de ropa antes, durante, y después de los partidos. Como novedad y para bajar costos, acá Antenzana sugiere utilizar luz ultravioleta para la desesterilización de espacios.
Las seis bases que tiene Conmebol en sus protocolos de bioseguridad para el reinicio de prácticas para los clubes de fútbol y que está en revisión en FIFA son:
1. Test diarios a domicilio o en la puerta del club; en este último caso, sin bajar del automóvil, en el ingreso a las instalaciones de la institución.
2. Toma de temperatura en la llegada al club.
3. División del plantel en grupos, tanto en los entrenamientos en exterior como en interior, y en la previa de los partidos, cuando haya autorización de regresar a las competencias.
4. Desinfección profunda de los lugares comunes.
5. En gimnasios o espacios cerrados, el trabajo debe desarrollarse con protección (llámese barbijos o mascarillas y guantes) y con los futbolistas divididos en grupos mínimos, con más de dos metros de distancia entre uno y otro.
6. Una vez que se reinicien los torneos, ya en una segunda etapa; atención extrema en la logística de los traslados. La delegación debe emplear mascarillas y guantes. Y los micros tienen que ser desinfectados antes y después de cada viaje.
El tema es la responsabilidad individual de cada jugador, varios protocolo, como los de Alemania y España, sugieren no usar buses como establece Conmebol, sino que sugiere que los jugadores vayan de manera individual y regresen a sus hogares, sin poder parar ni interactuar con nadie en el camino. Ahí juega la responsabilidad individual de cada protagonista.
En caso de dar positivo un jugador en cualquier momento, debe ser aislado del plantel y la práctica hasta que vuelva a dar negativo, situaciones algo complejas imaginando la importancia de algunos jugadores para plantillas reducidas como en Sudamérica.
La Federación Boliviana de Fútbol comenzó a trabajar estos aspectos en esta semana, con los 14 médicos de los clubes comienzan a pensar las medidas para volver a las prácticas y para volver a la práctica del fútbol, por ahora no hay nada definido, excepto la certeza que sabemos todos, la normalidad será nueva, el mundo cambió con el virus y como explica el médico de la Selección Boliviana de Fútbol, el doctor Jaime Espinoza:
“A partir del COVID – 19 la vida será diferente al igual que el fútbol, hay que comenzar a vivir con un virus nuevo, por ahora todos estamos susceptibles a adquirirlo porque no estamos ni en vistas de tener una vacuna, en la vida misma va a haber variantes, en el fútbol ni que hablar, van a haber adaptaciones”.
