Llegó la noche de Julio César Baldivieso, esa que esperó por años, no es el mejor momento, pero es su momento. Baldivieso que como DT debutó en 2008, todavía era jugador de Aurora.
Ahí empezó su carrera. Ahora ya tiene un título de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA), obtenido mediante un curso a distancia y entregado el pasado año en Buenos Aires. Con Aurora fue campeón boliviano. Y dirigió a la U en Sucre con una campaña histórica, metiéndose a octavos de final.
Pero hablar de Baldivieso es hablar del último 10 más carismático, mediático que tuvo Bolivia, luego de Marco Etcheverry, Julio Baldivieso debe ser el jugador más conocido en el mundo.
El 22 fue su números durante muchos años, con ese número llegó al Mundial de 1994 como su primer hito, sin lugar a dudas. Luego ocupó la 10 para no soltarla, era el heredero natural de esa camiseta cuando el Diablo la dejó vacante. Con la 10 hizo una Copa América inolvidable en 1997, además anotó un golazo ante Brasil en la Eliminatoria de Korea-Japón 2002.
Momentos que quedaron en la memoria de todos y que hoy reencontrarán a Baldivieso con la Verde pero en su nueva faceta, como DT.